Un grupo de pobladores busca salvar los humedales de Ñeembucú

Ante el avance de cultivos ilegales que destruyen y contaminan los humedales de Ñeembucú, un grupo de ciudadanos y ciudadanas se mantienen organizados en un frente social, promoviendo acciones, reclamando la intervención de la Justicia y la vigilancia ante los delitos ambientales. “Salvemos los humedales” es el lema de una campaña que ha encontrado mucho eco en la población.

Ñeembucú es uno de los territorios más ricos en humedales. La Ecorregión Ñeembucú, con una superficie aproximada de 37 mil kilómetros cuadrados, no solo abarca el séptimo departamento, sino también áreas de Central, Paraguarí, Misiones, Caazapá y Guairá, con grandes zonas anegadizas e inundables, que constituyen la presencia de cuerpos de agua dulce más grande del Paraguay, otorgando a esta región una importancia fundamental para la conservación de las especies acuáticas: fauna y flora, de una rica biodiversidad.

Ñeembucú, como departamento, en el extremo suroeste del Paraguay, donde confluyen los ríos Paraguay y Paraná, tiene 12.147 kilómetros cuadrados de superficie. Son más de 1 millón 200 mil hectáreas, de las cuales más del 85% % son humedales. En esta ecorregión podemos encontrar aves migratorias de las más diversas especies, ciervos de los pantanos, animales endémicos de la región y vegetación única.

Es una región que además tiene un gran valor histórico, ya que fue escenario de grandes y heroicas batallas durante la Guerra de la Triple Alianza (1864-1870), y que ha sufrido prolongados periodos de inundaciones y sequias.

El yrupe o Victoria Regia, es parte de la ecorregión de Ñeembucú. / MAURICIO ACOSTA.

El paraíso en peligro

La alarma se disparó en el año 2010, cuando se detectó que en el estero Yacaremí, en el distrito de Tacuaras, se estaban implementando cultivos ilegales de arroz, sin licencia ambiental del actual Ministerio del Ambiente y Desarrollo Sostenible – MADES, (que en esa época se llamaba Secretaría del Ambiente – SEAM), que incluían fumigaciones con productos agrotóxicos.

Los vecinos denunciaron el caso desde medios radiales de la zona y fueron acompañados por profesionales, ambientalistas, dirigentes de partidos políticos, intendentes, juntas municipales, gremios, promoviéndose las primeras denuncias formales por delitos ambientales ante el Ministerio Público.

Esta primera lucha social llevó a la creación de la Unión de Ciudadanos, Ciudadanas y Organizaciones del Ñeembucú en Defensa de los Humedales (UOCÑ), que se formalizó durante una asamblea popular en marzo de 2011. El lema elegido fue “Salvemos los humedales” y el símbolo de la organización es un poblador de los humedales navegando por un canal en un cachiveo, una rústica embarcación, característica de la región.   

En aquella primera asamblea, se estableció que la UOCÑ surge “a partir de la necesidad de buscar los mecanismos para salvaguardar la riqueza natural de los humedales de Ñeembucú, difundir la importancia de la utilización racional de los recursos naturales y disminuir las agresiones del hombre que pongan en peligro el ecosistema regional”.

Andrés Contreras, biólogo argentino, promotor principal de la UOCÑ, durante una movilización en contra de la instalación de una planta nuclear en Formosa. / MAURICIO ACOSTA.

Una región de arcilla e historia

El terreno de Ñeembucú es arcilloso en gran parte de su extensión. Es uno de los ecosistemas que conserva su conformación topográfica plana y baja. 

En estas tierras bañadas de agua y sangre, tenemos lugares donde se desarrollaron varias de las batallas de la Guerra Grande, como Humaitá, Curupayty, Tuyutí, Estero Bellaco, Yatayty Corá, Tajy, entre otros.

Ya desde entonces los esterales fueron clave para el desarrollo de la defensa del Paraguay. Los humedales fueron testigos de la muerte de los soldados paraguayos y aliados en la gran contienda.

Leyes de protección ambiental

Son varias las leyes paraguayas que protegen los humedales que se encuentran dentro del país, desde la Constitución Nacional hasta el Código Penal.

En varios artículos de la Constitución de 1992, se regulan los principios al ambiente dentro del orden jurídico paraguayo. Mencionan el derecho a un ambiente saludable y ecológicamente equilibrado.

Se prohíbe la fabricación, el montaje la importación, la comercialización, la posesión o el uso de armas nucleares, químicas y biológicas, así como la introducción al país de residuos tóxicos.

Las garzas forman parte de la diversidad de los humedales. / MAURICIO ACOSTA.

La larga lucha ciudadana

Los integrantes de la UOCÑ han impulsado desde sus inicios movilizaciones, protestas, marchas; pidiendo la intervención de las autoridades competentes en los diferentes casos. Se han llegado a audiencias con las autoridades locales, departamentales y nacionales.

Se llevó a cabo una campaña buscando el apoyo de la ciudadanía, recolectándose más de cinco mil firmas, tanto en la ciudad de Pilar, capital de Ñeembucú, como en otras localidades del interior del departamento. En el Día Mundial del No Uso de Agrotóxicos (3 de diciembre), las planillas encarpetadas fueron entregadas al Ministerio Público como respaldo a la causa, la preservación y manejo sustentable de los Humedales de Ñeembucú.

Siempre con el lema Salvemos los humedales, los miembros del frente ciudadano han recurrido a movilizaciones, marchas de protesta, audiencias con las autoridades locales, departamentales y nacionales. En varias oportunidades se ha llegado al Ministerio Público, a la SEAM (hoy MADES), al Parlamento Nacional y hasta a la Corte Suprema de Justicia, para evitar que queden impunes los delitos ecológicos cometidos en la región, ante la irracional utilización de los humedales y el uso de agrotóxicos, en detrimento de la salud de la población, de la fauna y flora que conforman su rica biodiversidad.

Las metas logradas

En algunos casos, se logró parar temporalmente el avance de la agricultura mecanizada, mediante acciones conjuntas con los gobiernos municipales (Intendencia y Junta) y los pobladores de los distritos afectados inicialmente y de otras comunidades que se adhirieron ante la necesidad de preservar sus ecosistemas.

Además de apoyar las manifestaciones de sus conciudadanos, las autoridades municipales sancionaron resoluciones y ordenanzas sobre el cuidado y buen manejo del ecosistema. Eso ocurrió primeramente en el municipio de Tacuaras, donde se detectó la primera plantación ilegal de arroz, luego en San Juan de Ñeembucú, Guazú Cuá, Pilar, Isla Umbú, Villalbín, General Díaz y Villa Oliva.

Los responsables de la construcción ilegal de canales y terraplenes para la siembra de arroz, afectando la cuenca del estero Yacaré, a la altura del km 60 de la ruta IV, Pilar – San Ignacio, fueron denunciados y procesados, mediante el trabajo intenso de los fiscales ambientales.

Los principales rostros de la UOCÑ son: Pablino Cáceres coordinador, Miguel Olmedo, profesora Elda Velazco, Bety Cáceres, David Acuña, Esteban Velazco, Clara Candia, Federico Vázquez, Norma Aquino, Antonella Britos, Sofía Vázquez, Mirna Mora, Antonio Vázquez, entre otros. En su mayoría son ciudadanos y ciudadanas, docentes, comerciantes, estudiantes de colegio y universitarios, trabajadores independientes, personas comprometidas con la causa de los humedales.

Acto de reconocimiento de la Junta Departamental de Ñeembucú a la UOCÑ. / MAURICIO ACOSTA.

La concienciación continua

En su empeño por la concienciación ciudadana sobre el cuidado del medio ambiente, los miembros de la UOCÑ han desarrollado en los últimos años jornadas en escuelas y colegios de Pilar y del interior del departamento de Ñeembucú, con participación de directores, profesores y alumnos. También en las universidades y parroquias.

A esto se suma el valioso aporte que se recibe de organismos internacionales como la OEA/PNUD, y ambientalistas, para el financiamiento de numerosos proyectos, así como la alianza con organizaciones ambientalistas del Paraguay.

Se está trabajando con el proyecto denominado “Karugua Renda Ñangareko” (lugar donde se originan los alimentos y nace la vida) y la conformación de una Red de Jóvenes ambientalistas a través de talleres con alumnos de educación media de colegios del interior de Ñeembucú.

Ñeembucú, duodécimo departamento del Paraguay, es una de las zonas generalmente más afectadas por las inundaciones y las sequías. La importancia de los humedales es tan grande, que incluso los productores que se sienten afectados por el exceso de agua, aprendieron a convivir con este ecosistema.

Antes de que se construyan las modernas rutas asfaltadas que hoy están cambiando la dinámica de Ñeembucú, el cachiveo, una pequeña embarcación hecha de troncos de árboles labrados a golpes de hacha, fue el medio principal de transporte que usaban los indígenas para navegar y desplazarse a través los canales, por los esterales y arroyos. Todavía hay muchos pobladores que lo usan en los humedales. Es un elemento que los miembros del frente ambientalista hoy buscan preservar, como un símbolo de la resistencia ciudadana.

El cachiveo, tradicional embarcación, es el símbolo de la organización. MAURICIO ACOSTA.

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