En Pedro Juan Caballero, capital del Departamento de Amambay, existe otra frontera que la que a menudo muestran los medios de comunicación, relacionado a crímenes de grupos delictivos ligados al narcotráfico y del crimen organizado. Sin negar que esa realidad existe y debe ser combatida y transformada positivamente por las autoridades, especialmente por las estructuras del Estado, los pobladores de esta región fronteriza con Brasil vienen trabajando desde hace tiempo en otras experiencias ciudadanas colectivas que buscan dar la imagen de “otra Pedro Juan”.
Una de estas lindas experiencias, que es aclamada por visitantes que llegan anualmente desde distintos puntos, especialmente del Brasil y el Paraguay, es la que conjuga el arte con la fe religiosa, la cultura y el turismo, con la elaboración de una colorida y enorme alfombra artesanal, cada 27 de junio, en homenaje a la Vírgen del Perpetuo Socorro, que este año alcanzó 1.200 metros de longitud, siendo única en todo el país.
Desde hace año venimos participando en su elaboración y hoy queremos compartir el proceso con los lectores y lectoras de El Otro País.
Arte y fe en Pedro Juan Caballero
“Las alfombras artesanales se realizan en Pedro Juan Caballero desde mediados de los años 90 gracias a la iniciativa del Profesor Enrique Ramírez con la colaboración de alumnos del Colegio Parroquial Rosentiel. Utilizando sal teñida y aserrín recreaban imágenes religiosas y temas juveniles, con colores vivos cubriendo parte de la calle frontal de la Iglesia”, relata Corina Domínguez, una de las pioneras de esta iniciativa.
Con el objetivo de dar mayor participación a la ciudadanía entre los fieles y artistas visuales, se creó en el año 2016 un grupo denominado Alfombristas Voluntarios PJC, dando apertura a que mas niños, jóvenes y adultos, sumen su creatividad con nuevos trabajos, para completar y ornamentar las 9 cuadras restantes, completando así las 12 cuadras del recorrido total de la procesión de la Virgen del Perpetuo Socorro.
Actualmente, con un importante valor ambiental, la mayor parte de los elementos utilizados en la elaboración de la granb alfombra artesanal del país son derivados de materiales reciclados.
La padronización de las medidas y las temáticas cambian cada año, así como las técnicas y los diseños recreados. De este modo, aunque la tradición se mantiene, cada año los participantes y los visitantes se encuentra con una obra esencialmente distinta y nueva.
Símil de tapices en dos dimensiones
En el año 2017, como una importante innovación en la manera de construir la alfombra, se crearon láminas gigantes de dos por tres metros, emulando tapices, con el uso de muchos elementos textiles, encajes, bordados, bijouterias y otros ornamentos.
El efecto visual que se logró fue admirado por todos y las mismas fueron exhibidas posteriormente en varios espacios de la ciudad, llegando hasta la capital del país Asunción.
“En el 2022 volvimos después de la pandemia del coronavirus, buscando ofrecer un colorido bien marcante. Esta vez la temática fue cien por ciento floral y la denominamos Flores para María”, señala Corina Domínguez.
Igualmente, este año, los miembros de la organización Alfombristas Voluntarios PJC realizaron sus obras utilizando textiles en desuso, retazos y elementos similares. Todas las obras se hicieron sobre arpillera y los jóvenes se encargaron de cubrir sus diseños con sal gruesa colorida.
La impresionante alfombra de doce cuadras fue la admiración de miles de visitantes y sirvió de marco imponente para la procesión y fiesta religiosa. Un detalle que nos reafirma que otra Pedro Juan Caballero es posible.