Ñemity, una experiencia de alimentos y productos agroecológicos desde Lambaré

Una huerta familiar se convirtió en un espacio comunitario dedicado a promover las huertas urbanas, la horticultura terapéutica y el consumo de alimentos y productos agroecológicos. De esa manera, el emprendimiento denominado Ñemity realiza talleres para enseñar a niños y adultos sobre cómo cultivar alimentos en espacios pequeños e interactuar con la biodiversidad, además de ofrecer productos amigables con el medioambiente.

Hace dos años, en plena pandemia, empezó Ñemity como una pequeña huerta familiar –todavía sin ese nombre–, con la expectativa puesta en ser un espacio que combinara la huerta agroecológica, la horticultura terapéutica, así como el consumo y el uso de alimentos y productos agroecológicos.

“El objetivo desde el primer momento este espacio lograra ser ese lugar de conexión con la naturaleza, a través de la huerta y el jardín, con visitas guiadas, talleres y aprendizajes compartidos con niñas, niños y personas adultas”, explica José Acosta, uno de los impulsores de este emprendimiento.

Agrega que quienes van hasta el local, ubicado en Lambaré, se encantan con el verde del espacio, con ese acercamiento al cultivo agroecológico y con la huerta familiar para autoconsumo, que es la experiencia principal de Ñemity. “Toda persona que llega a Ñemity dice querer quedarse a pasar una mañana o una tarde en la huerta, en medio del verde y la interacción de los insectos que pululan en ese espacio, como mariposas de diferentes colores y mariquitas”, subraya.

Niños y niñas cosechando en Ñemity. / GENTILEZA

Un espacio que ayuda a cuidar la salud física y mental

Ñemity (@nemityhuertita) ofrece desde productos para hacer una huerta propia, en la casa o espacio reducidos como departamentos, hasta aquellos que ayudan a aliviar distintos tipos de malestares. Brinda una variedad de plantines de hierbas medicinales y aromáticas, semillas, abonos tipo compost, biopesticidas y biofertilizantes ecológicos, suculentas y planteras.

Asimismo, hay artículos destinados a hacer más amigables y agradables los ambientes como sahúmos, inciensos, bombitas defumadoras, cuencos y portainciensos, así como opciones de cosmética natural.  “Queremos contar también que hoy felizmente ya somos marca registrada a través de la DINAPI”, resalta José Acosta, quien lleva adelante este emprendimiento junto a Diana Zalazar.

Además, ofrecen aromatizadores de ambiente, repelentes naturales, productos de herboristería que incluyen hierbas medicinales y tinturas madre, todos de producción propia.

Tinturas madres, uno de los productos más requeridos. / GENTILEZA

¿Qué son las tinturas madres?

Una tintura madre es el extracto de una planta medicinal. A través de su preparación se busca concentrar las virtudes o principios activos de la misma, que no son más que las sustancias químicas y nutritivas de la planta.

“Las tinturas de las plantas medicinales son una de las formas de uso más natural de las mismas, y se puede utilizar varias partes de la planta, que incluyen las flores, las hojas y la raíz, lo que garantiza que el principio activo permanecerá intacto y con todo su potencial”, explica José.

Entre estas preparaciones se pueden encontrar, de acuerdo a cada hierba medicinal, opciones para combatir todo tipo de afecciones como las bajas defensas, la ansiedad y las inflamaciones.

Momentos de un taller con niños y niñas. / GENTILEZA

Talleres para niños y adultos

En el espacio, ubicado sobre Francisco Martínez 1175 casi Rosa Peña, del barrio Villa Cerro Corá de Lambaré, se realizan también talleres para todas las edades sobre cómo hacer huertas urbanas. No obstante, José reconoce que luego de un tiempo, se enfocaron principalmente en los niños y niñas.

“Vimos cómo ellos lograban desconectarse de todo a su alrededor y volver a lo esencial, a esa conexión que únicamente da la naturaleza”, resalta.

Explicó que, a través de estos talleres, los niños y niñas pueden aprender el proceso del cultivo de una planta, realizar actividades de estimulación sensorial a través de los sentidos y conocer los insectos que habitan en la huerta e incluso cosechar las hortalizas que van a consumir.

“Además, este tipo de actividades fomentan el amor a la naturaleza, a la agroecología y a reconocer la diversidad que habita en ella y a disfrutar de la convivencia de diversos insectos y plantas en una biodiversidad única”, acota.

Aromatizadores de ambiente, también producidos por Ñemity. / GENTILEZA

Una experiencia de reconexión

José Acosta considera que la gente cada día busca más conectarse con locales que más allá de la oferta, tengan un espacio que les remonte a lo natural, que les dé la posibilidad de tocar la tierra, oler las flores y conocer las texturas de las diferentes plantas.

“Creemos que somos una oportunidad viva para que todas las personas de cualquier edad puedan vivir la experiencia de reconectarse con la naturaleza, con los alimentos agroecológicamente cultivados y productos naturales, además de ver que posible tener una huerta aún en espacios reducidos de la casa”, concluyó.