¿Cómo se pasa de retratar fotos de moda, vida social y empresarial, a mostrar la crudeza del desalojo forzado de una comunidad indígena mbya guaraní?
Cualquiera que visita la página web de Matteo Fabi, puede admirar su profesionalismo en retratar imágenes en ambitos de lujo y sensualidad, de pasarelas, empresas y eventos sociales, lo cual es explicable en un fotógrafo que nació en Bari, Italia, que además de ser licenciado en Economía estudió periodismo y fotografía en la London School of Journalism, en el Reino Unido.
Mateo es también sensible a otra realidad que no tiene tanto glamour fotográfico. Tras conocer su trayectoria, nos enteramos de que estuvo practicando fotoperiodismo en Nepal, en 2015, en donde publicó su primer reportaje, Ghorka, un año después, mostrando a las comunidades que sobrevivieron a un terrible terremoto.
Vivió luego en Australia, en donde realizó diversos viajes, incluyendo a Nueva Zelanda, donde realizó el reportaje El estilo de vida Haka, en el que retrata las costumbres del pueblo Maorí. Otro de sus reportajes es Whakairo – El arte de la talla Maorí. Allí conoció a su actual pareja, con quien residen desde hace dos años en el Paraguay.
Inquieto por los tema sociales y culturales, Mateo empezó a impartir un taller de comunicación en comunidades de Caaguazú, cuando se vio envuelto en la situación de desalojo forzado de los miembros de la comunidad indígena Hugua Po’i, del pueblo Mbya Guarani, en Raúl Arsenio Oviedo. El conflicto se prolongó durante varios días y en todo este tiempo, Mateo acompañó la suerte de los indígenas disparando su cámara, como una forma de registrar la dramática situación.
Le extrañó que el caso no tuvo mayor repercusión en los medios de prensa, como si esos dramáticos hechos no fueran de interés noticioso. Fue así como entró en contacto con El Otro País, buscando dar visibilidad a lo ocurrido.
“El 12 de julio fueron desalojados con una masiva presencia de policías. Fueron trasladados a otra comunidad, en donde estuve con ellos la semana pasada, dormí con ellos en la carpa, pude documentar los diversos momentos de esa situación. Estuvieron en condiciones muy precarias, expuestos al frío y a la intemperie. El 17 de julio volvieron a intentar ingresar, amparados en una resolución judicial que obtuvo la Codehupy, pero la policía les impidió entrar. Se quedaron otra semana al costado de la ruta. Luego volvieron a ocupar. Algo muy grave es que en la noche del martes falleció un bebé por complicaciones respiratorias, por la falta de condiciones dignas de vida. Las fotos están allí, disponibles para editores y personas que tengan interés”, refirió Matteo.
La acción del colega es una acción que permite dar visibilidad a la lucha por la tierra de los pueblos indígenas, buscando ayudar a encontrar soluciones.
Las fotos especialmente elegidas en una galería especial por el autor, se pueden ver en este enlace.
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Al respecto del Caso Hugua Po’i, la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy) emitió el siguiente pronunciamiento:
Bebé indígena fallece en contexto de desprotección generado por desalojos forzosos
Un bebé de dos meses de vida, integrante de la comunidad indígena Hugua Po’i del pueblo Mbya Guarani del distrito de Raúl Arsenio Oviedo, del departamento de Caaguazú, falleció este martes 26 de julio de 2022, en un contexto de total abandono y desprotección por parte del Estado paraguayo.
Néstor Villalba Mendoza falleció a las 00:48 de este martes en el Hospital de la localidad de Raúl Arsenio Oviedo a 244 km. de la capital del país; hasta donde sus familiares lo llevaron el viernes pasado por síntomas respiratorios. De acuerdo al testimonio de uno de los miembros de la comunidad indígena, en el centro asistencial le sugirieron trasladar al niño a un hospital de mayor complejidad, sin embargo, no contaban con ambulancia para dicho traslado.
La Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy) viene acompañando la reivindicación territorial respecto al hábitat tradicional de la comunidad indígena Hugua Po’i y, en ese sentido, observa con preocupación la postura de algunos estamentos del Estado paraguayo que no se ocupan de garantizar el cumplimiento de los derechos de los pueblos indígenas, desde una perspectiva de interculturalidad e integralidad.
En la misma línea, es necesario puntualizar que este tipo de hechos trágicos está intrínsecamente relacionado a la vulneración de derechos y la desprotección que generan la negación de derechos, de acceso a la tierra y los reiterados desalojos forzosos y violentos.
Los desalojos forzosos generan mayores vulneraciones de derechos a niñas, niños, adolescentes, jóvenes, personas enfermas, personas con discapacidad y personas adultas mayores, en el caso de las comunidades indígenas a la comunidad toda, quienes se ven expuestos a situaciones de riesgo, como es permanecer al costado de las rutas, en este caso, como consecuencia de que la Policía Nacional se haya negado a dar cumplimiento a una medida judicial de no innovar que favorecía a la comunidad indígena, y que fuera planteada por el propio Instituto Nacional del Indígena (INDI) con apoyo de la Codehupy.
Los dos desalojos forzosos sufridos por esta comunidad indígena impiden o, al menos, restringen el acceso al sistema de protección social y esto se ve materializado en la vulneración de sus derechos y en la muerte de este niño.
Observamos de modo reiterado en este caso y otros vinculados a desalojos forzosos, que el interés superior de la niñez y la adolescencia no son garantizados por las y los servidores públicos del Estado paraguayo.
Desde la Codehupy y la CDIA alertamos que existen otras personas -tanto adultas como niños y niñas- cuya salud está deteriorada por distintas afecciones y que, a raíz del contexto, no están siendo efectivamente atendidas por el Estado.
Hacemos un llamado a las autoridades nacionales y locales, de los tres Poderes del Estado a garantizar efectivamente cumplimiento de derechos básicos, a la protección de la vida, al desarrollo y al interés superior de la niñez, a tomar de manera urgente, todas las medidas pertinentes para evitar que estas situaciones se repitan.