¿Qué vinculación puede tener la producción y venta del alimento más folklórico y tradicional del Paraguay con los esfuerzos para mejorar la educación en una comunidad? Muchísimo, según se demostró el pasado viernes 12 de agosto, Día Nacional del Chipá, durante el desarrollo del Cuarto Congreso Educativo «Aprendiendo con sabor a chipá«, que se desarrolló en el Instituto de Formación Docente de la ciudad de Eusebio Ayala, organizado por el centro cultural El Chipá Literario y la Asociación Cultural Jukyty Barrero Grande, con el apoyo de nuestro medio El Otro País y Ñe’ẽ Raity – Espacio Creativo.
El encuentro contó con la participación de cinco colegios del Departamento de Cordillera, uno de la ciudad de Ñemby, Central y dos centros educativos de la ciudad de Coronel Bogado y General Artigas, Itapúa. Los estudiantes, acompañados de sus maestros y familiares, expusieron los resultados de los trabajos de investigación que realizaron previamente sobre la historia del chipá en sus respectivas comunidades y el impacto que tiene en la economía local, la cultura gastronómica, el turismo, el arte y la cultura, la religión y la educación.
Un aspecto llamativo fue que la mayoría de las investigaciones coincidieron en que la actividad de elaborar y comercializar el chipá, además de involucrar a varias generaciones de familias, permite que sea una fuente de recursos para invertir en la educación de los hijos. Alumnos de varios colegios profundizaron el fenómeno de la Chipería María Ana, ubicada sobre la ruta PY02, a la entrada de Eusebio Ayala, dirigida por la señora Ana María López, quien de ser una humilde madre soltera que empezó fabricando la chipa en el tatakua de su casa y vendiendo en la calle con un canasto sobre su cabeza, convirtió su local en la parada preferida de todos los viajeros, que admiran el sabor de sus productos.
“La señora María Ana brinda fuentes de trabajo principalmente a mujeres humildes, que son madres solteras, y las impulsa a que hagan estudiar a sus hijos, así como ella lo hizo, enfatizando principalmente en la importancia de la educación para progresar en la vida”, indicaron los alumnos en sus exposiciones, que incluyeron poesías, canciones, relatos históricos y perfiles de los emprendedores.
María Ana López, conocida como “la reina del chipá”, asistió al Congreso y estimuló a los jóvenes estudiantes a no rendirse hasta formarse como profesionales.
“En nuestra chipería damos prioridad a las madres solteras como trabajadoras, porque merecen una oportunidad para salir adelante. Gracias a que nuestras compañeras chiperas son muy constantes, muchos de sus hijos han podido ir a la universidad, y muchos de ellos ya don doctores, arquitectos, ingenieros, abogados. Es una satisfacción muy grande poder ver lo mucho que han logrado”, dice la legendaria María Ana, quien conversó con nuestro medio durante una transmisión en vivo a través de nuestra pagina de Facebook, al inicio del Congreso. El reportaje se puede volver a ver en este enlace.
La cultura del chipá
El proceso de elaboración de la chipa y su relación con la cultura gastronómica y popular en la comunidad de Eusebio Ayala es uno de los elementos que más trabajan los educadores del Instituto de Formación Docente IFD de Eusebio Ayala, en sus aulas de formación de futuros docentes, vinculando su importante aporte a los procesos educativos.
“La chipa no solo es un pan sagrado que heredamos de los guaraníes, el alimento nacional por excelencia, sino que es parte de nuestra identidad como pueblo y, en el caso de la ciudad de Eusebio Ayala, constituye la principal actividad económica de muchas familias, por eso es algo que buscamos potenciar desde la cultura y la historia” indica el educador y gestor cultural Papu Almide, director y fundador de la Asociación Cultural Kujyty Barrero Grande y del emprendimiento El Chipá Literario, cuyos miembros fueron los principales impulsores para lograr la promulgación de la Ley 5267/2014, que declara a la chipa como alimento nacional del Paraguay, y el segundo viernes de agosto de cada año como el Día Nacional del Chipa.
Además del Congreso Educativo «Aprendiendo con sabor a chipá», que este año tuvo su cuarta edición, también organizan el Chipa Rape, un recorrido por las principales chiperías de la ciudad, con danzas, canciones e historias, y la Fiesta Nacional del Chipá, con un certamen musical que en la noche del viernes 12 de agosto se llevó a cabo en el Club Sportivo Barrereño, en donde artistas nacionales compiten por el Premio Chipá Argolla de Oro. En la edición 2022 resultó ganador el grupo musical Las Paraguayas, de la ciudad de Caacupé.
Encuentro simbólico: Eusebio Ayala y Coronel Bogado
Un suceso muy significativo para los amantes del Chipá se vivió durante el Congreso Educativo, con el encuentro de la historia de dos ciudades que se disputan la hegemonía de producir este alimento nacional: Eusebio Ayala y Coronel Bogado.
Reconocida oficialmente como “la capital del Chipá”, la ciudad de Coronel Bogado, Itapúa, (mientras Eusebio Ayala reclama la titularidad de ser “la República del Chipa”), participó por primera vez del Congreso a través del Colegio Nacional Marcelino Bogado, quienes presentaron un trabajo investigativo sobre la tradición de la producción chipera en su ciudad.
Un detalle destacable fue que uno de los chiperos pioneros de Coronel Bogado, Claudio Galeano, más conocido como Don Pipo, propietario de Chipería Don Pipo acompañó a los estudiantes de su ciudad. Un momento emotivo fue cuando Don Pipo obsequió a su colega María Ana López un premio consistente en una miniatura de un tatakua, elaborado en barro cocido. Era el encuentro de dos leyendas, símbolos de las dos ciudades más reconocidas por la elaboración del chipá en Paraguay.
El evento sirvió para demostrar que no existe rivalidad entre Coronel Bogado y Eusebio Ayala por disputar la capitalidad del chipá, sino complemento y colaboración. “No se trata de establecer cual de los chipás es mejor o más delicioso, sino de alentar a que sigamos mejorando y compartiendo nuestras experiencias”, indicó Papu Almide.
También alumnos y docentes del Centro Educativo San Martín de Porres y del Centro Cultural Sapukai, de la ciudad de Ñemby, acompañados de un grupo de estacioneros, se hicieron presente resaltando que la elaboración del chipá está muy ligado también a las prácticas religiosas, en fechas claves como la Semana Santa o el Kurusu Ára, en que el alimento ocupa un punto central. Con sus vestimentas tradicionales, los estacioneros entonaron un cántico antiguo, característicos de estas celebraciones.