Los activos trabajadores son miembros de la comisión de la capilla local. Los preparativos son para la tradicional procesión de la imagen de San Francisco de Asís, que se realiza el día 4 de octubre. Es el santo patrono del barrio, al igual que de la ciudad de Atyrá. En la comunidad existe una antigua imagen del santo, que en la noche del 3 de octubre es venerada en la casa de don Gregorio Domínguez, uno de los antiguos pobladores, en donde el santo es vestido en medio de rezos, música, charlas entre vecinos, en un ambiente festivo. Desde allí, en el día de San Francisco, es llevado en procesión a través del camino rural entre los verdes cerros de Cordillera, con un festivo bombapu y cantos religiosos.
“Es una tradición que mantenemos y trabajamos juntos para limpiar y hermosear el barrio. Hemos pedido apoyo a la Municipalidad para la limpieza, pero no tuvimos respuesta. Entonces, nos juntamos y lo hacemos por nuestra cuenta. Para nosotros es importante mantener esta tradición, que es un signo de unidad entre los vecinos”, destaca el poblador Rubén González, directivo de la comisión pro-capilla.
“Nuestra familia siempre ha mantenido la tradición de vestir al santo en nuestra casa y desde aquí lo llevamos en procesión hasta la capilla comunitaria San Francisco. Sabemos que este santo es el protector de los animales y de la naturaleza, por eso, en su honor, nos preocupamos de cuidar el medio ambiente”, cuenta, por su parte, don Gregorio Domínguez, desde cuyo domicilio partirá la procesión, a cuyo paso se van uniendo más vecinos, manteniendo la antigua devoción heredada de sus padres y abuelos.
Atyrá, fundada por el gobernador Domingo Martínez de Irala el 4 de octubre de 1538, celebra su 484 aniversario. Actualmente es conocida como la Capital Ecológica del Paraguay. Su fiesta patronal coincide con la realización de la Expo Cuero, que muestra lo mejor de la artesanía regional. En la Iglesia de la ciudad se puede conocer uno de los retablos barrocos de estilo franciscano más belloos y antiguos del país, construido en el Siglo XVIII.
El barrio San Francisco se encuentra en la frontera entre la ciudad de Atyrá y la compañía Cabañas, de Caacupé, con límites geográficos que no están muy definidos, pero los pobladores no se preocupan por eso. “Aquí compartimos todos el mismo fervor por nuestro santo patrono, sin tener en cuenta a qué ciudad pertenecemos. San Francisco nos une, sin importar las diferencias entre los municipios. Todos trabajamos juntos, desde la capilla y el centro comunitario por cuidar la naturaleza, tal como hizo San Francisco en su vida” indica don Carlos Palma, otro reconocido vecino del lugar.
Tras recorrer la calle principal, en medio del paisaje cordillerano y llegar hasta la capilla del barrio, los vecinos participan de una misa y de un festejo comunitario.