Nuestras crónicas sobre los Juegos Odesur en La Tribuna y El Otro País

El nuevo diario digital La Tribuna —que recupera una marca legendaria e histórica del periodismo en el Paraguay— ha invitado al director periodístico de El Otro País, Andrés Colmán Gutiérrez, a escribir y publicar una crónica diaria durante el desarrollo de los juegos Odesur Asu 2022, poniendo en perspectiva lo que está por detrás o en el entorno de la competencia deportiva, desde un enfoque más humano, social, político, cultural o artístico. Es parte de un proyecto colaborativo con nuestro medio periodístico. En esta sección compilamos las quince crónicas realizadas, luego de su publicación en La Tribuna, para que nuestros lectores también los tengan a mano.

(1) ¡No atropellen a la mascota de los juegos Odesur!

De nuevo, como viene ocurriendo con frecuencia desde hace tiempo, esta fue una lamentable situación de agresión contra la sobreviviente fauna. El pasado 13 de setiembre, los rescatistas del Refugio Silvestre Urutaú, en la ciudad de Filadelfia, Departamento de Boquerón, en el Chaco paraguayo, recibieron a un ejemplar agonizante de gato montés o tirika, que había sido atropellado y dejado abandonado por un automovilista sobre la ruta PY09, más conocida como la Ruta Transchaco. Los veterinarios hicieron todo lo posible por curarlo, pero el animal falleció dos días después, a consecuencia de las múltiples y graves fracturas.

El episodio resultó llamativo y desdichadamente irónico, porque justamente el tirika es el animal que ha sido elegido simbólicamente como la mascota oficial de los XII Juegos Suramericanos Asunción 2022, el mayor evento deportivo en la historia del Paraguay, que inicia este sábado 1 de octubre, con la participación de más de 6.800 atletas y oficiales, en representación de 15 países.  

¿Quién no ha visto a ese colorido y simpático personaje, con disfraz de muñeco de peluche tipo Disneylandia, que recrea en forma caricaturesca a un gato montés, promocionando los juegos de Odesur en distintos pueblos y ciudades, ayudando a llevar la antorcha con el fuego suramericano, abrazando a los relevistas y a los atletas, tomándose selfies con el público, visitando lugares de problemática social y apoyando campañas de solidaridad?

Sí, desde aquella vez en que se había eligido al Taguá como la mascota oficial de la Copa América 1999, que se disputó en el Paraguay, no teníamos a un animalito típico de nuestra fauna, bajo constante amenaza ante el avance de la civilización, proyectándose en un evento de tanta trascendencia internacional.

En el caso del Taguá (Catagonus wagneri), la elección fue aún más significativa, porque se trata de un pecarí chaqueño al que ya se consideraba extinto, hasta que en los años 70 el zoólogo Ralph Wetzel encontró algunos pocos ejemplares vivos y se dio inicio a un valioso trabajo para repoblarlos, buscando salvar a esta especie del fatal destino de los dinosaurios.

Las amenazas contra el símbolo de Odesur

El tirika o tirica, (nombre científico Leopardus guttulus, aunque también se lo presenta como el Leopardus geoffroyi y como el Oncifelis geoffroyi) todavía no figura en la lista de las especies en más grave peligro de extinción, pero aparece entre las vulnerables por la acelerada extinción de su hábitat, la selva chaqueña, que es deforestada a un ritmo vertiginoso.

Un informe de Trase Insights asegura que, entre 2010 y 2019, el bioma del Chaco paraguayo perdió 2,4 millones de hectáreas de vegetación nativa, debido en gran parte a la expansión de los campos de pastoreo, “especialmente en la región del Chaco Seco, donde se registraron algunas de las tasas de deforestación más altas del mundo durante la última década”. La organización Base Investigaciones Sociales sostiene que el actual ritmo de deforestación del Chaco devastaría en solo 50 minutos todo el Parque Ñu Guasu. Un panorama nada auspicioso para la mascota de los juegos Odesur, el tirika, que necesita regularmente de unas mil hectáreas de selvas para corretear y poder sobrevivir.

Los expertos del Refugio Silvestre Urutaú, que cumplen una valiosa función para la conservación de especies, mediante el rescate, resguardo y reinserción de animales de la fauna (la lucha por salvar a un cachorro de yaguareté también atropellado en la Transchaco, al que la votación popular bautizó como Tosã, conmovió a gran parte de la ciudadanía), aseguran que la mayor amenaza para el tirika son justamente los arrollamientos por parte de vehículos que circulan a gran velocidad. En menor medida, también persisten los cazadores que trafican con su valiosa piel, muy similar a la del jaguareté, aunque en una dimensión mucho más pequeña.

Respetar las reglas del juego

El símbolo de esta gran competencia internacional, que se inicia este sábado, es presentado en la página oficial de Odesur Asu 2022 como un personaje que “representa alegría y pasión por el deporte, respeta las reglas del juego y siempre da lo mejor de sí. Promueve los valores de la solidaridad, respeto, compañerismo, amistad y la alianza inseparable entre el deporte, la educación y la cultura”. Suena muy lindo, pero su rol mediático sería mucho más valioso si el muñeco que representa al tirika ayudara también a concientizar sobre las amenazas en que sobrevive el tirika real.

Exigir también “respetar las reglas del juego” y “dar lo mejor de sí” a quienes atropellan animales de la fauna en la Transchaco y los dejan agonizantes, abandonados a su suerte, o a quienes tumban bosques violando las leyes ambientales, sería una gran contribución en esta gran vidriera del deporte internacional que en estos días empezamos a vivenciar desde Asunción y otras localidades del Paraguay.

De lo contrario, aquel universal, breve y aparentemente inocente relato que probablemente todos aprendimos en nuestra infancia, pasaría a tener connotaciones más severas:

-“Había una vez

un gato montés

que tenía la cola

y la pata al revés

¿quieres que te lo

cuente otra vez?”.

***

(2) Bienvenido hermano extranjero

 “Bienvenido hermano extranjero

aquí le presento mi heroica nación

yo le pido que sea sincero:

¿verdad que no existe igual que Asunción?”

Una vieja banda sonora que se actualiza. Esta clásica guarania del recordado músico Carlos Sosa ha empezado a sonar de nuevo en las radios, ante la cantidad de extranjeros que llegan al país para presenciar o participar de los XII Juegos Suramericanos ASU 2022. La Secretaría Nacional de Turismo (Senatur) estima que unas diez mil o más personas, provenientes de otros países, nos están visitando durante las dos semanas del mayor encuentro deportivo internacional en la historia del Paraguay.

Aparte de dar vida a la gran fiesta del deporte, la masiva presencia de turistas trae consigo una saludable bocanada de oxígeno económico para los comercios y los emprendedores que fueron muy golpeados por la pandemia del Covid-19 y aún no se habían podido recuperar. La Secretaría Nacional de Deportes estima que los juegos dejarán un beneficio de aproximadamente 262 millones de dólares.

El sector hotelero asunceno está con un 95% de ocupación, según destaca Manuel Benítez Codas, vicepresidente de la Asociación Industrial Hotelera del Paraguay (AIHPY).

Con menos entusiasmo, pero con similar expectativa, Mario Robledo, poblador del bañado norte que recorre con su canasto de chipá las calles del microcentro, confía en que podrá vender y ganar lo que no pudo en las épocas de cuarentena, para ponerse al día con las cuotas atrasadas de la moto que retiró hace algunos años de un comercio capitalino. “A los turistas les encanta el chipá. ¡Odesur es nuestra salvación!”, proclama, mientras intenta vender un chipá con forma de jakare a unos panameños aventureros.

“Bienvenido señor de otras tierras

yo quiero ofrendarle de mi Paraguay

la más dulce expresión de su historia

reliquia de gloria su hablar guaraní

Karai, roipota ko ore yvype

rejuhu mborayhu ha po’a

eso quiere decir en su idioma:

mucha suerte, cariño y amor”.

La cordialidad, el cariño y la gratitud que don Sosa transmite en su popular guarania se traduce hoy también en agradecidos posteos ciudadanos en las redes sociales de internet:

Bienvenido y muchas gracias, querido hermano extranjero, porque tu promocionada venida a los juegos de Odesur ha logrado el milagro de que nuestro pintoresco intendente municipal de Asunción, Oscar Nenecho Rodríguez, haya despertado de su prolongada siesta subtropical y haya dispuesto arreglar en forma apurada y maratónica algunas plazas del centro histórico, las que durante todos estos años eran el perfecto escenario para una película post apocalíptica. Si ustedes pasan por las proximidades de nuestro bicentenario Cabildo, podrán ver a esas frenéticas cuadrillas de obreros comunales desarmando las últimas letrinas de las improvisadas favelas, escondiendo con pintura los destrozos causados en las estatuas y los monumentos coloniales. ¡Qué gusto ver que uno de los sitios más emblemáticos de nuestra ciudad comunera de las indias, amparo y reparo de la conquista, cuna del primer grito de libertad en América, vuelve a recuperar algo de su despojado encanto y belleza!

“Bienvenido hermano extranjero

estas son las noches de mi Paraguay

serenata con arpa y guitarra

y una enredadera de luna y jazmín”

Gracias a tu colectiva presencia, estimado hermano extranjero, en estos días también podemos disfrutar de grandes conciertos y espectáculos, de ferias gastronómicas al aire libre, de un clima de fiesta artística y cultural promovida por las autoridades para regocijo de la ciudadanía. En un país en donde los creadores y las manifestaciones de la cultura son a menudo olvidados por las instancias gubernamentales, es bueno que el afán de mostrar una buena cara a los visitantes nos acabe beneficiando a todos y a todas.

Aunque el recurrente discurso de algunas autoridades del Gobierno, que insisten en que quienes pretendan realizar críticas, manifestaciones o reclamos sociales, mostrando imágenes negativas del país durante los juegos Odesur, serían algo así como traidores a la patria, recordando aquellas gastadas proclamas de la dictadura stronista de que “¡vivimos en un país divino!”, no está mal que, al menos por estas dos semanas, depongamos nuestras hachas de guerra, escondamos la basura bajo la alfombra, agitemos las banderas deportivas y nos dispongamos a vivir la fiesta en paz. Ya habrá tiempo después para volver a tonguearnos cuando los turistas regresen a sus pagos, dejándonos sus preciados dólares o las monedas de sus respectivos países.

“Bienvenido señor de otras tierras

mi pueblo está lleno de cordialidad

un paisano al pasarle la mano

es un libro abierto de sinceridad”.

Pero… por las dudas, tengan cuidado: anden por la sombra, prueben el tereré y el chipa guasú, no se caigan en un bache, aprendan a bailar la polka, no se bañen en las playas de la Bahía de Asunción, admiren un mágico atardecer sobre el río Paraguay, eviten circular por las “zonas rojas” de nuestra capital y alrededores, den un paseo por los encantadores pueblos y ciudades del interior del país, pidan que les enseñen algunos vocablos en guaraní, no compren relojes Rolex falsos en las ferias del mercado, piérdanse en los pasillos de San Gerónimo y en las cumbre de los cerros de Cordillera, no se dejen coimear por algún policía de tránsito y disfruten de la canción en vuestro homenaje, que ha motivado esta columna, en esta romántica versión del conjunto Los hijos del Paraguay.

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(3) No voy en tren, voy en camión

La principal amenaza que podía llegar a empañar el brillo de los XII Juegos Odesur Asu 2022 era la anunciada movilización del gremio de los camioneros, que planteaba sitiar la capital con sus enormes vehículos durante la inauguración de la competencia deportiva, para exigir que el Gobierno baje el precio de los combustibles, pero el presidente de la República, Marito Abdo Benítez, salió a desafiarlos y a asegurarles que, si insistían en su propósito de armar quilombo, “se encontrarán con el presidente”.

Cualquiera diría que la bravuconada del jefe de Estado tuvo efecto, porque, dos días antes de que se cumpla el plazo para la posible confrontación, el dirigente de los camioneros, Darío Toñanez, avisó que desistían de manifestarse, para dar “una tregua” al Gobierno, permitiendo que la gente pueda participar de los juegos con tranquilidad.

¿Tanto miedo le tienen acaso los camioneros a Marito, como para bajar el hacha de guerra ante la posibilidad de “encontrarse” con él, o simplemente se han visto sorpresivamente afectados por una fiebre de racionalidad, que les hizo ver que no conviene aguar la fiesta que moviliza las esperanzas de una mayoría ciudadana?

Ambas hipótesis resultan difíciles de creer. Ni el presidente se encuentra en su mejor momento como para provocar miedo a un sector tan combativo como el de los camioneros ni los trabajadores del volante se han caracterizado en sus últimas movilizaciones por ser precisamente racionales, pero está visto que los juegos de Odesur tienen el poder de producir cambios que en circunstancias normales serían difíciles de creer. Vean nomás al intendente municipal de Asunción haciendo limpiar y arreglar las devastadas plazas céntricas de la ciudad. 

Para quienes tenga dudas de que la sorpresiva postergación de las manifestaciones de los camioneros por todo el tiempo en que duren los juegos de Odesur, va en serio, otro de los dirigentes del sector, Darío Duarte, lo explicó muy bien: “Esto es una tregua, queremos respetar este evento y ayudar al sector económico, que está muy golpeado. Decidimos levantar esta medida temporalmente, pero cuando terminen los juegos estaremos nuevamente”.

Es decir, la relativa tranquilidad que podamos tener en estos días para transitar por las principales rutas de país y sobre todo para entrar y salir de Asunción, se lo debemos también a los organizadores de estos juegos. ¡Gracias, Odesur, por los favores recibidos! El problema surgirá cuando los juegos lleguen a su fin y la guerra camioneros-gobierno se restablezca. ¿No habría posibilidad de salir a manifestarnos para que los juegos de Odesur se extiendan por lo menos hasta fin de año?

Lo que cuestan la nafta y el gasoil

“Ya rodé por mi país entero

como todo camionero

tuve lluvia y cerrazón

cuando llueve, el limpiador desliza

va y viene el parabrisas

late igual mi corazón”

Así entona “el rey” Roberto Carlos una de sus canciones emblemáticas de amor, convertida en himno por los choferes del transporte en carreteras.

Desde hace meses, sin embargo, más que una canción romántica, la que entonan los reyes del asfalto en un tema de rock pesado que ha hecho ver estrellas al Gobierno y ha hecho sufrir a gran parte de la población, con los continuos cierres de ruta y los bloqueos para entrar y salir de la capital.

Los camioneros protestan porque el costo de los combustibles, que han subido mucho de precio como presunto efecto de la lejana guerra entre Rusia y Ucrania, se mantienen muy altos, aunque a nivel internacional el costo del petróleo ha vuelto a bajar considerablemente, pero el Gobierno insiste en que localmente no pueden bajar todavía, debido a que la estatal Petróleos Paraguayos (Petropar) ha comprado las partidas de reserva a un precio elevado.

El argumento resulta difícil de entender cuando, en los países vecinos, como el Brasil y la Argentina, los precios de las naftas y de los diferentes tipos de gasoil son ya mucho más bajos, provocando un masivo éxodo de camioneros y automovilistas a cargar en las estaciones de servicio de las ciudades de frontera y estimulando un intenso y peligroso tráfico de combustibles de contrabando.

Esta guerra entre los camioneros y el Gobierno ya ha explotado además en su lado más político, ante la anunciada renuncia del presidente de Petropar, Denis Lichi, luego de que el Congreso le negó mayores fondos para poder subsidiar la baja de combustibles y las empresas privadas distribuidoras de combustible le iniciaron una demanda judicial por lesión de confianza. El Gobierno deberá buscar ahora otra figura que pueda lidiar con mayor habilidad ante las demandas de los camioneros.

¿De qué manera afecta también la guerra de los combustibles a los juegos de Odesur? Principalmente a que muchas delegaciones de visitantes que llegan en sus vehículos propios desde Brasil y Argentina se encuentran que, en Paraguay, los costos de las naftas y los tipos de gasoil que deben cargar en las estaciones locales, es marcadamente más elevado que en sus respectivos países. Es una situación que no les resulta para nada agradable.

Solo falta que, frente a la desactivación de la marcha de los camioneros, tengamos en estos días una movilización de turistas y atletas extranjeros, reclamándole a Marito que bajen los precios de los combustibles. ¿Se encontrarían también con el presidente amenazándoles y acusándoles de querer empañar una gran fiesta deportiva?

La solución sería, como se hace en algunas como Ciudad del Este, Encarnación, Salto del Guairá o Pedro Juan Caballero, habilitar surtidores kañy en los barrios marginales, en donde los traficantes ofrecen combustibles brasileños o argentinos a precios mucho más reducidos.

Así, todos contentos, seguiríamos vibrando con los juegos Odesur.

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(4) El ombligo de Tini y el arquero de la Línea 30

El deslumbrante espectáculo de inauguración de los Juegos Odesur Asu 2022, que mostró lo que es posible lograr con el uso de la tecnología combinada con el talento creativo y la gran calidad artística, acabó eclipsada en las redes sociales y en la mayoría de los medios de comunicación por la desbordada polémica que se generó en torno al torpe descuido de dos conductoras y un conductor de la transmisión televisiva, quienes, sin darse cuenta de que los micrófonos continuaban encendidos, se burlaron del ombligo y del estado físico de la principal estrella internacional invitada del show, la cantante argentina Tini, durante su actuación.

El aparentemente doméstico error alcanzó niveles de escándalo internacional por la trascendencia global del evento, por la celebridad de la artista aludida y por no dimensionar adecuadamente que, en esta era de hiper conexión digital y de super exposición mediática, todo nos pone en la vidriera y nos deja expuestos ante la radicalizada cultura de la cancelación.

A todo lo que ya se ha dicho y comentado acerca de este lamentable incidente, nos queda agregar un detalle importante: no sirve de mucho alegar como excusa “no sabíamos que los micrófonos estaban abiertos”, porque la ética en los medios de comunicación se debe sostener tanto en público como en privado. Mostrar gua’u que somos respetuosos de los demás cuando la gente nos está viendo, solo por miedo a que nos bajen la caña, pero apenas se apagan los micrófonos o las cámaras nos ponemos a expresar todo lo contrario, es todavía más grave. Como periodistas o comunicadores debemos aprender a respetar las reglas de convivencia y los principios de ética en todas las facetas de nuestras vidas, porque constituyen la esencia del oficio. De lo contrario estamos simulando algo que no somos, hasta que un error técnico saca a luz nuestra verdadera personalidad.

Lamentablemente, historias como las del ombligo de Tini alcanzan más resonancia y son más virales en las redes sociales que otras que resultan mucho más luminosas y motivadoras, en el marco de los juegos de Odesur, como la del arquero de la línea 30.

Aunque muchos han entendido erróneamente que por llamarlo “arquero” sería el portero de algún club de fútbol, en realidad nuestro compatriota José Centurión es practicante de una exquisita disciplina deportiva —que se conecta con la habilidad de legendarios personajes de la literatura y la cultura universal, como Robin Hood o Guillermo Tell, incluyendo a nuestros propios ancestros indígenas—, el tiro con arco, transformado de una clásica y primitiva arma de guerra en una disciplina de deporte olímpico.

Lo llamativo es que una práctica deportiva, generalmente considerada de elite, sea asumida con tanta habilidad por un popular obrero del volante, chofer de una reconocida empresa de transporte que circula cotidianamente por las calles del Gran Asunción.

Don José Centurión, de 54 años de edad, lleva tres décadas manejando los bólidos azul y oro de la Empresa Vanguardia SA, en el itinerario de Luque a Lambaré, pero en sus horas libres tomaba su arco profesional y se dedicaba a practicar con disciplina y rigurosidad, hasta lograr la destreza necesaria que le permitió alcanzar el punto máximo para participar de los Juegos Odesur.

A don José le tocó el honor de abrir las competencias de Tiro con Arco en la categoría Recurvo individual masculina, el pasado domingo, ante un público que lo aplaudió con entusiasmo, situándose en el puesto 24 tras sumar 454 puntos. Lo emocionante fue que muchos de sus colegas choferes de ómnibus se congregaron para alentarlo y acompañarlo, en su primera participación internacional.

El sacrificio de Don Centurión por cumplir su sueño es admirable. Un arco profesional para la disciplina deportiva cuesta entre 1.500 y 2.000 dólares, que sumado a las flechas y a los demás accesorios necesarios, puede alcanzar un precio de 3.000 dólares, el cual puede resultar prohibitivo para un trabajador humilde, pero el arquero de la Línea 30 destaca el apoyo que recibió tanto de los miembros de su familia, que contribuyeron para que pueda comprar sus equipos, como de los directivos de la empresa donde trabaja, que le dieron las licencias laborales y el apoyo necesario para que pueda practicar y participar del gran evento deportivo internacional.

No sabemos aún hasta donde podrá llegar don Centurión en los Juegos de Odesur, pero sus flechazos ya han conquistado muchos admiradores y han derribado más que algunos mitos de esta disciplina deportiva.

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(5) Mamá, ¿qué es un triatlón?

En medio de una tranquila velada familiar para observar la transmisión televisiva de los Juegos Odesur Asu 2022, tras haber escuchado el relato del locutor deportivo, la pregunta de la pequeña María Sol, de cinco años de edad, tomó desprevenida a su mamá Aurelia.

—Mamá, ¿qué es un triatlón?

Aurelia trasladó con la mirada un desesperado pedido de ayuda a su hermana Teresa, quien las acompañaba en la sesión hogareña con pizza, pororó, cerveza y gaseosas, pero ella le hizo un gesto de “qué se yo” con los hombros, que no pasó desapercibido para la pequeña preguntona.

—Eh… esperame un ratito, querida, ya vengo —balbuceó la mamá, mientras tomaba su teléfono celular de la mesita y retrocedía unos pasos hacia la cocina, mientras escribía apuradamente la palabra “triatlón” en el rectángulo de San Google Salvador.

“El triatlón es un deporte que implica la realización de 3 disciplinas deportivas: natación, ciclismo y carrera a pie, que se realizan en orden y sin interrupción entre una prueba y la siguiente. El tiempo que el triatleta tarda en cambiar de una disciplina a la siguiente se denomina transición. La transición de natación a ciclismo se conoce como T1 y la de ciclismo a carrera a pie como T2.

Las carreras de triatlón se clasifican en varias modalidades según: su distancia habiendo corta y larga distancia, si el circuito de ciclismo es en carretera o cross (por caminos y montaña) y si permiten el drafting (ir a rueda de otro corredor en el segmento de ciclismo)”.

Leyó y repitió en voz baja los dos primeros párrafos del extenso texto hallado en Wikipedia, tratando de entender y de memorizar la respuesta para su hija. Luego volvió a la sala, trayendo una botella de gaseosa de la heladera para disimular y se sentó frente a la niña, como quien tiene que rendir un examen de colegio sin haber estudiado a fondo la lección.

—Mirá, bebé… ¿Viste cuando vos te estás bañando en la piscina? Después salís corriendo y te vas a buscar tu bici para salir a dar una vuelta por la vereda. Bueno, podemos decir que estás haciendo un triantón… este… trialtón… triatlón… eso —explicó Laura, sudando frío ante la mirada entre inquisidora y divertida de su hija.

—Andá, mami… ¡no sabés nada! Eso ko te fuiste a leer en internet, en la cocina —reprochó burlonamente María Sol.

Los “mal llamados deportes menores”

Esta singular e incómoda escena, que me fue relatada por la propia víctima, pone de resalto una situación que algunos padres de familia han empezado a vivir en estos días, con la visibilidad mediática que tienen las diversas competencias deportivas que forman parte de los Juegos Odesur.

El triatlón es una disciplina deportiva que se practica desde hace años en el Paraguay. Incluso existe una Asociación Paraguaya de Triatlón (Apatri) desde el 2020, que aglutina a 5 clubes y más de 150 atletas, además de una Federación Paraguaya de Triatlón (Fepatri), pero no debe extrañar que muchas personas no tengan ni idea de qué se trata.

Es que, cuando uno habla de deportes, lo primero que salta es el fútbol.

Y después, el fútbol.

Y aún más: el fútbol.

Horas y horas de programas deportivos en radio y televisión dedicados al fútbol. Suplementos deportivos y páginas de la sección deportes en los diarios, dedicados al fútbol. Y solo después, en segmentos marginales, los periodistas y editores deportivos, junto a sus auspiciantes, se acuerdan de que también existen otros deportes.

Es que el fútbol es el gran negocio universal. Por algo le dicen: “el deporte rey”.

Ni siquiera es todo el fútbol. En nuestro caso, solamente el de las grandes ligas, el de los clubes de primera división, el de la albirroja o la selección paraguaya de fútbol de categoría profesional. En menor medida, en ocasiones se le da visibilidad a la albirroja juvenil de Sub-20 o a la albirroja femenina. Pero hay otras divisiones marginales que a veces ganan más campeonatos que la albirroja más oficial, como la albirroja de pueblos indígenas, que se consagró campeón mundial en 2017.

El resto son “los mal llamados deportes menores”, como acostumbra resaltar el periodista deportivo paraguayo Pedrito García, uno de los incansables luchadores para que los otros deportes tengan también suficiente viabilidad, apoyo estatal y auspicios, como los tiene el fútbol.

No todo en la vida es fútbol

La importante lección que nos van a dejar los Juegos Odesur Asu 2002 es que no todo en la vida es fútbol.

De las 52 disciplinas deportivas que comprende el gran evento, muchas de ellas, como el triatlón, suenan a desconocidas para el gran público: Bádminton, Skateboarding, Squash, Aguas Abiertas, Canotaje slalom, Ciclismo BMX Freestyle, Ciclismo BMX Racing. Son los nombres que llevan a los padres a consultar subrepticiamente a San Google Salvador para poder responder a las entusiastas preguntas de sus hijos.

Aunque existen importantes avances en la esfera estatal para apoyar a estos “mal llamados deportes menores”, no se acercan ni en mínima proporción a lo que logra el fútbol. La mayoría de los atletas y competidores de los demás deportes han podido llegar a importantes sitios de campeonatos mundiales construyendo su carrera a puro pulmón, con la solidaridad de sus familiares y amigos, más que con el respaldo estatal.

Así ha sido desde la época en que el tenista Víctor Manuel Pecci llegó a la final del Roland Garrós en 1979, o con los posteriores logros de las golfistas Celeste Troche y Julieta Granada, como el maestro Carlos Franco. Así ha sido con el gran nadador Renato Prono, que ni siquiera tenía a disposición una pileta con las medidas adecuadas para estrenar. Así ha sido con el maestro ajedrecista Zenón Franco. Así ha sido con tantas estrellas de las olimpiadas que han dejado en alto el nombre del Paraguay, mucho más que los mimados ídolos del fútbol que ganan millones y cada vez meten menos goles, y ya apenas llegan a las primarias de las copas mundiales o continentales.

Hoy los juegos Odesur les brindan la merecida revancha a todos ellos y a ellas. El público no especializado empieza a conocer por primera vez los nombres de Agua Marina Espínola, ganadora de la medalla de oro en ciclismo de ruta; de Erika Alarcón, ganadora de la medalla de oro en patinaje artístico; de Silvia Paola Patiño Santacruz, ganadora de la medalla de oro en fisicoculturismo y fitness. ¡Aplausos para esta ídolas!

Entre muchas otras conquistas, los juegos Odesur Asu 2022 nos permitirán saber responder mejor cuando una niña nos pregunte qué es un triatlón.

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(6) Cuando lo que reluce sí es oro

Cuentan que, hace algunos años, la patinadora artística esteña Erika Alarcón Anisimoff quiso practicar en la pista del Polideportivo Municipal de Ciudad del Este, pero debido a las fuertes rencillas políticas que existían entonces, las autoridades no le permitieron el acceso al espacio comunitario. Tuvo que ir a practicar en otra pista, en la ciudad vecina de Hernandarias, para ir puliendo su técnica, la que el domingo último le permitió ganar la medalla de oro durante la competencia de Solo de Danza de Patinaje Artístico, en la Secretaría Nacional de Deportes, como parte de los Juegos Odesur Asu 2022.

Lo ocurrido se explica porque Erika es sobrina de la actual concejala municipal Alison Anisimoff, muy cercana al equipo político del intendente municipal de Ciudad del Este, Miguel Prieto, quienes en esos momentos se hallaban muy enfrentados con el clan político de los Zacarías Irún, a quienes lograron desplazar tras 17 años de arbitrario control de las administraciones políticas y judiciales en el Alto Paraná. Es simplemente una muestra de cómo la política mal entendida repercute negativamente en varias áreas, como el desarrollo de las disciplinas deportivas.

La gran conquista de Erika, al ganar una de las primeras tres medallas de oro que se adjudicaron tres mujeres atletas paraguayas en los Juegos Odesur, fue celebrada con mucha alegría por gran parte de la población de Ciudad del Este, sobre todo por quienes las vieron crecer desde niña, abriéndose paso con mucho sacrificio en su pasión por el deporte. La concejala Alison y el intendente Prieto le dedicaron sendos homenajes en sus redes sociales y los ciudadanos aprovecharon dichos posteos para recordarle al intendente que una buena pista de patinaje, al igual que otras instalaciones para la práctica de vario deportes, siguen siendo una materia pendiente por parte de la administración municipal.

El sacrificio de formar a una atleta

La carrera deportiva de Erika Antonia Belén Alarcón Anisimoff en el patinaje artístico se inició cuando ella tenía apenas cinco años de edad y fue creciendo con mucho talento y destreza, mientras estudiaba en el Colegio Sembrador.

Desde adolescente llegó a ganar diez medallas en campeonatos sudamericanos: 3 en 2013, en Chile; 1 en la Copa Issy International Roller Dance Competition 2013, infantil, en Paris; 1 en la Copa Issy International Roller Dance Competition 2014, cadete, en Paris; además de 2 medallas de bronce en el Campeonato Sudamericano 2011 y 1 medalla de bronce en Corea 2013, en Patinaje sobre hielo.

Erika viene de una familia con recursos, lo cual le hizo posible sostener su carrera, ya que al principio no obtuvo ningún apoyo estatal. Para acceder a un buen instructor en la disciplina, sus padres Hugo y Emilce debieron costear cada cierto tiempo sus viajes a Buenos Aires, para trabajar con el destacado entrenador César Agrelo, o pagarle al mismo para que venga a Ciudad del Este.

Esta situación no le quita valor al sacrificio que significa formar a una atleta, pero demuestra que muchos jóvenes humildes no tienen oportunidad, mientras desde el Estado no se apoye con mayor inversión a las demás disciplinas deportivas, además del fútbol. El brillo que estos chicos y estas chicas le dejan al país compensan todo esfuerzo.

Lo dijo Erika, el lunes pasado, cuando acarició el cielo con las manos: “Nunca antes me pasó, que en mi propio país el estadio esté lleno de gente aplaudiéndome, incluso mucho antes de que se sepa que gané la medalla de oro”.

Una bici en lugar de la fiesta de 15

Cuando iba a cumplir 15 años, sus padres se dispusieron a organizar la tradicional fiesta de celebración, pero Agua Marina Espínola Salinas les pidió que, en lugar de gastar en festejos, le compren una bicicleta de carrera. Había visto a los ciclistas pasar frente a su casa y ansiaba ser como ellos.

Ante la negativa del papá, su madre le recomendó que hable con un grupo de ciclistas. Ellos le apoyaron y así consiguió su primera bicicleta de acero. A los dos meses ya estaba participando en una carrera.

Su proceso fue duro y sacrificado. Ganó competencias en el Paraguay, logrando ser campeona nacional, compitió en Brasil, en Argentina, en los Juegos Panamericanos y en torneos de Europa. La convocaron a formar parte del equipo Canyon SRAM Generation y pudo integrar la delegación del Paraguay en los Juegos Olímpicos de Tokio 2021, en medio de los desafíos que supuso la pandemia del Covid-19.

Los pobladores de Sapucai la solían ver trepando los cerros con su bicicleta en sus duras prácticas. Su momento de gloria llegó el lunes pasado. Agua Marina realizó una excelente carrera en la prueba de Ciclismo de Ruta en el Contrarreloj Individual Femenino y culminó en el primer puesto con un tiempo de 35:27.18, conquistando por primera vez una medalla de oro en ciclismo para el Paraguay, en los juegos Odesur.

El logro de una abogada y fisiculturista

Silvia Paola Patiño Santacruz es abogada y funcionaria del Ministerio de Justicia, donde se desempeña como directora de Seguridad Jurídica, pero gran parte de sus ratos libres los pasa en el gimnasio, buscando alcanzar las mejores expresiones del fisiculturismo.

Su esfuerzo obtuvo un importante resultado en los juegos Odesur, ya que, en la competencia de Bikini Fitness hasta 1.63 metros, dentro de la disciplina de Fisicoculturismo y Fitness, el pasado domingo, pudo conquistar la medalla de oro, convirtiéndose en una de las tres primeras mujeres atletas paraguayas que conquistaron el máximo galardón. Otra paraguaya, Lilian Benítez Ortíz, obtuvo la medalla de plata en la misma categoría.

Silvia Paola había debutado en el mundo del fisiculturismo en agosto pasado, durante una competencia en Ciudad del Este, en la categoría Bikini-Fitness Novato, donde conquistó su primer título.

No es coincidencia que las primeras en conquistar las medallas de oro para nuestro país sean precisamente tres mujeres.

Sus historias de vida hablan de una apasionada entrega y de mucho sacrificio para haber llegado al lugar en donde están… y con seguridad lograrán mucho más.

Tal como ha declarado la ciclista Agua Marina Espínola, en una entrevista con la periodista Grace Lambert-Smith, en la página de Canyon: “las mujeres paraguayas son tan fuertes por las adversidades que afrontan. Paraguay es un país de mentalidad machista, solo los hombres pueden triunfar. Si los hombres no pueden conseguirlo, está claro que las mujeres tampoco. Muchas personas viven frustradas por no haber conseguido sus objetivos, y no quieren que otras personas los consigan”.

Esta arraigada situación de desigualdad de la cultura machista en nuestro país hace que las mujeres tengan que esforzarse mucho más por cambiar la historia, por lograr resultados en cualquier campo, incluyendo el de las competencias deportivas, que durante mucho tiempo ha sido mayoritariamente dominado por los hombres. Hoy el oro de los Juegos Odesur es de las mujeres. Y esta vez, contradiciendo a un popular refrán, sí es oro lo que reluce.

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(7) Tirika superstar

Está en todas. Es imparable. Corre, boxea, navega en canoas, anda en bicicleta, tira al arco, juega al fútbol, se desplaza en patines y skates, practica karate, baila en los escenarios: polca, rap, reguetón, rock, pop, cumbia; hace piruetas acrobáticas, juega con los niños y las niñas, posa en selfies con la gente. Cosecha likes en miles de posteos en las redes sociales. El público corea su nombre desde las gradas, cada vez que aparece en una competencia, como si se tratara de un rockstar.

Tirika, la mascota oficial de los juegos Odesur Asu 2022, se ha vuelto la estrella imbatible de esta gran fiesta deportiva. Sus seguidores, que ya constituyen legiones, se denominan a sí mismos Tirikalovers. La Organización Deportiva Panamericana, ODEPA y Panam Sports, ya lo ha declarado “la mejor mascota de la historia”. Un compilado de sus principales hazañas en Instagram, con la canción Altos sueños, del grupo Kchiporros, como fondo musical, se ha vuelto viral en internet.

Pocas veces un muñeco antropomorfo, elegido como mascota de un gran evento internacional, ha despertado tanta empatía popular. La elección del personaje fue más que acertada, pero también influye mucho el buen diseño artístico del disfraz, que ha logrado expresar muy bien toda la ternura del folklórico gatito montés que habita en lo que resta de los bosques paraguayos, sobre todo en el Chaco, y que actualmente se halla amenazado por la acelerada destrucción de su hábitat.

La elección de Tirika como personaje fue, básicamente una creación colectiva de los propios organizadores, según lo ha explicado Ricardo Deggeller, coordinador General de los XII Juegos Suramericanos ASU 2022. Tras una meticulosa selección de posibles mascotas entre varios animales de la región, optaron por el leopardus guttulus, el gato montés denominado tirica, característico de la fauna del Chaco paraguayo, como de países vecinos. Al percibir que no tenía un nombre propio en guaraní, decidieron guaranizarlo, cambiando la c por la k, una tarea supervisada por la Secretaría de Políticas Lingüísticas (SPL).

El diseño y la confección del disfraz estuvo a cargo de una empresa argentina. En base a este modelo, la microempresa paraguaya Kate Fashion, con sede en la ciudad de Yaguarón, fue seleccionada para confeccionar los peluches de Tirika, que actualmente causan verdadero furor. La producción, que favorece a cinco familias yaguaroninas, es de aproximadamente 200 peluches por día, pero llegó a tener problemas para cubrir la creciente demanda.

¿Quién está bajo el disfraz de Tirika?

Otro de los principales golpes de marketing ha sido mantener el misterio de quien o quienes se esconden bajo el disfraz de Tirika, dejando campo libre a las especulaciones en las redes sociales y en los medios de comunicación.

Ya se ha dicho de todo, desde que el disfraz es vestido por las bailarinas Norita Rodríguez y Jessica Torres, hasta que el propio presidente de la República, Mario Abdo Benítez, se habría metido en la piel de Tirika. ¿Quién lo puede creer?

Desde la organización, prefieren mantener el misterio. “Por ahora, no vamos a contar. Es solo Tirika. Todo el país está expectante por saber quién está detrás de Tirika, pero va a seguir activo después de la final de los juegos, todavía”, indicó Abelardo Reyes, uno de los principales encargados de las actividades de la mascota. Él asegura que una sola persona hace de Tirika, pero el propio ministro de Deportes, Diego Galeano Harrison, se encargó de desmentirlo, asegurando que son varias personas las que visten el disfraz y que existen diversas réplicas del muñeco para poder estar en varios lugares a la vez.

El propio sentido común indica que deben ser varias personas, principalmente atletas y bailarines, con distintas habilidades. Es muy difícil que una sola persona pueda reunir todas las destrezas de las que hace gala Tirika en sus presentaciones.

¡Salvemos al #Tirika!

Una faceta que los propios organizadores no habían tenido en cuenta al divulgar las características de la mascota elegida, es la situación ambiental de peligro de supervivencia en que se encuentra el tirica real, que sirvió de inspiración al popular muñeco.

En la primera crónica de esta serie que venimos publicando diariamente en La Tribuna, (¡No atropellen a la mascota de los juegos Odesur!), el pasado 1 de octubre, nos habíamos referido precisamente a esta omisión, destacando situaciones como la del ejemplar de tirica que fue atropellado en la Ruta Transchaco, y que a pesar de los esfuerzos de los rescatistas del Refugio Silvestre Urutaú, en la ciudad de Filadelfia, falleció a los pocos días.

Afortunadamente, nuestro llamado de atención tuvo eco y los más importantes medios del país también realizaron reportajes sobre la situación de desprotección en que se encuentra el tirica real, ante el sostenido avance de la deforestación, especialmente en el Chaco. En las redes sociales se inició rápidamente la campaña Salvemos al #Tirika.

Si, además de habernos vuelto Tirikalovers en estos Juegos Odesur, logramos revertir en alguna medida la destrucción de su hábitat, podremos retribuir mejor a toda la alegría y la ternura que la querida mascota nos transmite en estos días.

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(8) ¿A quién discriminas, Odesur?

¡Qué lástima…! Todo parecía ir tan bien en la organización de los Juegos Odesur Asu 2022, con el excelente show artístico de la inauguración, con la mascota Tirika conquistando el corazón de multitudes, con nuestra gente encontrando razones de orgullo y alegría en las primeras atletas paraguayas conquistando medallas de oro y la albirroja pynandi haciendo historia, con las muestras de respeto a la diversidad y a los derechos universales…. hasta que el jueves último conocimos la denuncia de la cantante indígena nivaclé Bianca Orqueda.

Bianca, de 23 años, es la primera joven mujer indígena cantautora, proveniente de Uj’e Lhavos, comunidad nivaclé de Filadelfia, en el Chaco central, a 450 kilómetros al norte de Asunción, que en poco tiempo ha conquistado un sitial importante con sus canciones compuestas y entonadas en su propia lengua, reivindicando los elementos de su cultura ancestral.

En noviembre de 2021, Bianca fue nombrada por UNICEF como “defensora del mañana”, un proyecto que busca reconocer a talentos juveniles que trabajan diferentes temas en favor de sus comunidades. Formó parte de la delegación de artistas que representó al Paraguay en la Expo Dubai 2020.

En la noche de este último jueves, ella fue también galardonada con el Premio Dignidad, que concede la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy), con apoyo de Diakonia y la Unión Europea, “porque a través del arte busca una mejor calidad de vida para los niños y niñas de su comunidad”. En Uj’e Lhavos, ella ha logrado construir con mucho esfuerzo una “Casita Musical”, gracias a la colaboración de dos jóvenes influencers norteamericanos. Es un local en donde niños, niñas y adolescentes de la comunidad nivaclé pueden aprender música y otras expresiones artísticas.

En mayo último, mientras actuaba en el Bosque de los Artistas, en Asunción, Bianca fue gratamente sorprendida cuando el célebre cantautor uruguayo Jorge Drexler subió al escenario a cantar con ella la canción “La edad del cielo”, con estrofas en nivaclé. Y en el camino hacia un éxito cada vez más destacado, Bianca ha grabado la canción La Cordillera junto con Chirola (Roberto Ruiz Díaz), vocalista de Kchiporros, para el próximo disco de su banda, La de Roberto. En agosto pasado, en un gesto admirable, Chirola fue hasta la comunidad Uje Lhavos, en el Chaco, a cantar esta canción con Bianca ante los miembros de la comunidad Nivaclé.

Como otro gesto destacable, el último 29 de septiembre, Bianca fue invitada a cantar en su lengua nativa, en presencia del presidente de la República, Mario Abdo Benítez, durante el acto oficial por el aniversario de la victoria de Boquerón, en el mismo histórico sitio donde se libró la batalla.

Una actitud de abierta discriminación

Con su deslumbrante trayectoria, nos parecía natural que Bianca Orqueda sea una de las estrellas anunciadas a participar en los eventos musicales y culturales que forman parte de los Juegos Odesur Asu 2022.

Concretamente, figuraba en el programa que ella ofrecería un concierto en la noche del lunes 10 de octubre, a las 18:30, en el Fan Fest de la Secretaria Nacional de Deportes, como parte de un nutrido programa de actuaciones durante estas dos semanas, que incluyen a celebrados artistas nacionales como Tierra Adentro, la Orquesta de Instrumentos Reciclados de Cateura, Marcelo Gabriel y Sol Codas, el elenco Internacional Anga Rory, BaterAsu, Poly Fiction, Kitapena, Grupo Evolución de Itauguá, Capitán Jones, Mente Nativa, Salamandra, Jazmín del Paraguay, Juan Cancio Barreto, Acho Laterza, entre otros. 

Por todo ello, no podemos menos que indignarnos al conocer el testimonio de la propia Bianca, cuando relató que desde la organización de los Juegos Odesur la habían invitado a que cante gratis. «La primera vez que se contactaron conmigo, pasé mi caché y me dijeron que lastimosamente no están teniendo (fondos) y (me preguntaron) si podía tocar gratis, porque me va a ‘ayudar’ a ser visibilizada y más conocida. En ese momento acepté, porque amo cantar y realmente sí, es una buena oportunidad para mí, como artista que está iniciando», dijo.

Sin embargo, luego Bianca habló con su productora, Lía Benítez Flecha, quien hizo averiguaciones y se enteró de que todos los demás artistas sí cobraban por actuar, tal como corresponde. ¿Por qué a Bianca, entonces, le pidieron que actúe gratis? ¿Sólo porque es una cantautora indígena y necesita “ser visibilizada y más conocida”?

Molesta, la cantautora nivaclé decidió no brindar el concierto gratuitamente programado. “Me retiré. Cuando mi productora habla con la persona que se comunicó conmigo, textualmente le dice: ‘En su momento nosotros hablamos con Bianca y la negociación fue otra. Todos los pagos ya fueron realizados’, dejando en evidencia que los artistas fueron pagados, pero a mí no me querían pagar», precisó.

Es lamentable que algo así ocurra en un evento que maneja tanta infraestructura, tantos recursos y auspicios como Odesur Asu 2022. La actitud de los organizadores solo se puede interpretar como un gesto de abierta discriminación contra una mujer indígena y una trabajadora del sector cultural.

La propia Bianca lo expresa en su comunicado: «Respeten el trabajo del artista, respeten mi trabajo. No por ser indígena, como un acto de lástima, (sino) por ser artista. Mi trabajo es hacer música, cantar, escribir, producir. Lo que hago no es un hobbie, es mi profesión y de esto vivo yo y ayudo a mi familia”.

¿Sabes acaso a quien discriminas, Odesur? Bianca Orqueda es la voz ancestral de nuestra tierra, durante tanto tiempo silenciada. Es la voz que visibiliza a los invisibles. La apoyamos y la acompañamos solidariamente ante este lamentable ultraje. Los organizadores de la gran fiesta deportiva deben explicar correctamente lo que pasó y pedir disculpas a Bianca. De lo contrario, este lamentable episodio quedará como una mancha negra ante todo el brillo que destacamos y aplaudimos.

Hasta el momento de escribir este artículo, los organizadores de Odesur no se habían pronunciado ante las denuncias. Mientras esperamos respuestas, les invitamos a disfrutar de este magnífico video, elaborado por la productora independiente Mural, en donde ella canta Isesh’in (Ni más, ni menos), la canción y la realización audiovisual que hicieron que amáramos tanto su magnífica voz, su expresión ancestral y su exquisito arte.

(9) Odesur, más allá de Calle Última

Recuerdo aquella primera aproximación al fenómeno de los Juegos Odesur, mucho antes de que se inicien las competencias. Fue en la ciudad de Caacupé, el lunes 19 de septiembre, cuando la antorcha olímpica llegó hasta allí, como también llegó a muchos otros pueblos y ciudades de los 17 departamentos. Recuerdo los rostros de muchas personas emocionadas hasta las lágrimas, cuando el fuego suramericano llegó hasta el tradicional Kurusu Campesino, en el kilómetro 55 de la Ruta PY02, donde los peregrinos suelen juntarse cada diciembre para caminar hasta el altar de la Virgencita Azul.

Como si fuera una verdadera procesión religiosa, la antorcha fue llevada por los atletas y la mascota Tirika, acompañada de una creciente cantidad de pobladores que se iban sumando durante los cinco kilómetros de la marcha, con paradas cada 250 metros para hacer el relevo, hasta la Basílica, en donde fue recibida por el propio obispo, monseñor Ricardo Valenzuela, y presentada ante el altar de la Virgen de Caacupé, para terminar en la Plaza Teniente Fariña, en medio de una verdadera fiesta religiosa, deportiva, turística y popular.

El relato mágico en torno al juego olímpico, que en este caso se relaciona con la cultura ancestral del pueblo inca, ayuda a que la gente le otorgue una dimensión espiritual y profundamente emotiva. Como se sabe, son los amautas o sabios andinos en el templo Kalasasaya, en Tiwanaku, los que encienden el fuego suramericano, en una ceremonia ancestral. Este lugar sagrado para la cultura originaria es considerado el centro espiritual de la civilización del altiplano.

Lo que ocurrió en Caacupé, con diferencias propias de cada localidad, ocurrió también en Villa Hayes y Filadelfia, en el Chaco; en el Alto Paraguay, en Concepción, en Pedro Juan Caballero, San Pedro de Ykuamandyju, Saltos del Guairá, Ciudad del Este, Hernandarias, Pilar, Caazapá, Encarnación, Paraguarí, ciudades de Central y muchas más.

Aunque el nombre oficial es XII Juegos Suramericanos Asunción 2022, el gran evento deportivo se ha metido en el corazón de la mayoría de los otros pueblos y ciudades del Paraguay, como si también fuesen las sedes locales.

Es cierto que, además de la capital del país, también hay competencias que se desarrollan en Luque, en Encarnación y en Hernandarias (en el área de la represa hidroeléctrica de Itaipú), pero las otras localidades del interior, que no aportan escenarios para los juegos, también los sienten y vibran como si fueran parte del esquema organizativo.

Nunca antes un evento deportivo, que no fuera estrictamente el fútbol como espectáculo y como negocio, había logrado conmover a tanta gente, más allá de Calle Última. Tiene que ver, probablemente, con el entusiasmo y el heroísmo de una gran mayoría de nuestros chicos y chicas del atletismo, muchos de ellos provenientes precisamente de tierra adentro, que han sabido llegar a estos juegos capitalinos, proyectados al universo más amplio del continente, a base de sudor y sacrificio, entrenando en condiciones difíciles, generalmente en condiciones precarias por falta de infraestructura olímpica.

Las personas de sus comunidades los han visto crecer y alzarse desde niños y niñas. Han visto a sus padres y familiares golpeando puertas de políticos y autoridades, de empresarios y padrinos comerciales, organizando eventos de solidaridad para poder pagar los costosos equipos deportivos y poder financiar los viajes a torneos y campeonatos internacionales, ante la ausencia de mayores políticas de Estado para promover “los mal llamados deportes menores”, como repetían siempre el incansable colega periodista Pedrito García y el recordado Gustavo Kohn.

Allí están, por eso, los pobladores de Ciudad del Este celebrando la medalla de oro de su patinadora estrella, Erika Alarcón. Allí están los encarnacenos, acompañando las competencias de aguas abiertas, triatlón y vela, en la playa San José; de esquí náutico en la Costanera Padre Bolik, de ciclismo MTV en Agua Vista, con turistas que han llegado en gran cantidad, anticipando la temporada alta de los hoteles y alojamiento. Allí están los esteños anotándose en los centros de recepción turística para vibrar con los torneos de canotaje slalom en el canal de Piracema de Itaipú binacional.

Aunque esté localizado en Asunción y algunas pocas ciudades más, los Juegos Odesur han conquistado el alma de todo el Paraguay. No desaprovechemos esta oportunidad de mantener la unión de nuestro pueblo por encima de nuestras diferencias.

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(10) El simbólico ojo herido de Jennifer Servín

Hay un simbolismo muy fuerte en la imagen de la atleta karateca paraguaya Jennifer Servín, levantando su medalla de plata, tras consagrarse subcampeona suramericana de karate en la categoría de menos de 55 kilogramos de los Juegos Odesur Asu 2022, con el rostro hinchado y el ojo izquierdo completamente cerrado por los golpes recibidos en combate. En esta última pelea perdió por 4-0 contra la chilena Valentina Toro, pero fue la gran ganadora en el corazón de toda una nación.

Su imagen dolorida, pero a la vez alegre y emocionada, es la fotografía del mejor heroísmo paraguayo, en este caso el de una mujer deportista que no se rinde a pesar de las heridas y de la visión comprometida, dispuesta a darlo todo en la pelea final, aún a riego de su integridad física.

Jennifer había sido fuertemente herida en el rostro y en el ojo durante su segundo combate, contra la colombiana Geraldine Peña, a quien ganó por 11-4.

En esa ocasión, ella se quedó con el ojo izquierdo cerrado, sin poder ver. Los jueces y árbitros le aconsejaron que no siga peleando, ya que solo podía mirar con el ojo derecho, pero ella los mandó al diablo.

—¡Nada que ver! ¡Me preparé mucho para llegar hasta aquí! ¡Puedo seguir peleando con un solo ojo! — les respondió.

De las cinco primeras peleas, ella ganó cuatro. En la quinta pelea, en que derrotó por 9-4 a la brasileña Valeria Kumizaki, había conquistado la medalla de bronce, y le quedaba disputar su última pelea contra la chilena Valentina Toro por la medalla de oro (quien si perdiera se quedaría con la medalla de plata).

Fue entonces cuando su madre, Rosy Amarilla, muy apenada de verla con gran parte del rostro hinchado y el ojo izquierdo amoratado y sin poder abrirlo, a pesar de los cuidados médicos, le preguntó:

— Mi hija querida, ¿no te parece suficiente haber ganado la medalla de bronce? ¿No es mejor parar aquí y recuperar tu salud?

Fue entonces cuando Jennifer dio la respuesta que luego reiteraría en varias entrevistas y se grabaría en los afiches de las redes sociales en internet:

— No, mamá. Voy a pelear hasta el final. Tengo el ojo izquierdo completamente cerrado, pero las ganas y el corazón los tengo completamente abiertos.

Una familia de karatecas

Jennifer Gabriela Servín Amarilla tiene 27 años de edad. Proviene de una familia trabajadora de la ciudad de Fernando de la Mora, en donde ella, con sus otros tres hermanos (Adol, Leila y Jesús), practican el karate desde la infancia, construyendo una esforzada carrera de atletas profesionales.

Leila y Jesús también participaron de las competencias de los Juegos Odesur. Jesús obtuvo una medalla de plata y Leila la de bronce. Adol, debido a una lesión recibida durante una competencia en 2019, no pudo participar, pero acompañó alentando a sus hermanos.

Los padres de estos chicos y chicas, Adol Servín Barrios y Rosy Amarilla, acompañan la pasión y la carrera de sus hijos desde siempre y son tan entusiastas que ambos se inscribieron como voluntarios de los juegos Odesur. Rosy cuenta que ella es la que orienta a los atletas para ingresar a la competencia y el día que vio a su hija gravemente lastimada, quiso correr junto a ella para socorrerla, pero las reglas de la organización se lo impidieron.

Adol, el padre de los karatecas, es abogado y un reconocido dirigente político del Partido Liberal Radical Auténtico (PLRA) en su ciudad, Fernando de la Mora. Actualmente es candidato a concejal departamental de Central por su organización política.

Al igual que sus hermanos competidores, Jennifer es casi un personaje de la clásica serie de celebradas películas de Karate Kid (en el caso de ella, sería Karate Litle Girl) o de su actual exitosa continuidad como serie televisiva, Kobra Kai, pero la de ella es una historia real, mucho más meritoria y conmovedora que las de ficción.

Para pagarse sus uniformes y sus entrenamientos, además de impartir clases de karate a niños, niñas y adolescentes en un dojo (escuela de aprendizaje del karate y su filosofía), Jennifer tuvo que trabajar esforzadamente como conductora de la plataforma de transportes Bolt. Recuerda que, en las últimas fiestas de Año Nuevo, apenas pudo pasar a saludar a sus padres y luego ya tuvo que salir a recoger pasajeros durante toda la noche y madrugada, porque necesitaba juntar fondos.

Actualmente, ella y sus hermanos reciben una beca estatal para poder dar continuidad a sus metas deportivas. Jennifer cuenta que seguirá compitiendo, porque quiere llegar a ser la primera paraguaya campeona mundial de karate.

La atleta se recupera satisfactoriamente del ojo lastimado en un sanatorio, en donde las autoridades de la competencia olímpica la trasladaron en una ambulancia, apenas acabó la última pelea que le dio la medalla de plata. Allí recibió la visita de Tirika, la popular mascota de los Juegos Odesur, quien lució un tapabocas para abrazar a la subcampeona en su lecho de internada y posar con ella en una tierna foto que fue celebrada por miles de Tirikalovers.

Desde su lugar de recuperación, Jennifer escribió en sus redes sociales: “Paraguay está para grandes cosas, sigo en el sanatorio, pero cada vez mejor. Así como siempre dicen mis compañeros: El dolor es temporal, la gloria es eterna. Superar cada combate simbolizó para mí un escaner de lo que fue mi vida. Así mismo me enfrentaba a cada cosa que se me presentaba, pero principalmente quiero resaltar algo: yo me entregué a Dios, puse mis sueños en sus manos y cada día hacía mi mejor esfuerzo por alcanzar mis pequeñas metas…”

Sos admirable, Jennifer. Que te recuperes de lo mejor, querida guerrera, y llegues a ser la campeona mundial de karate que soñás ser, aunque debes saber que ya lo sos en nuestros corazones.

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(11) Marito no es Tirika

Es una versión que no resiste el más mínimo criterio de sentido común, pero varios internautas aseguran en las redes sociales y en medios periodísticos que uno de los que visten el disfraz de Tirika, el popular y admirado muñeco antropomorfo que hace de mascota de los Juegos Odesur Asu 2022, no es otro que el propio presidente de la República, Mario Abdo Benítez.

El periodista Mike Silvero, en su programa del canal SomosGen, del Grupo Cartes, aseguró con su particular estilo irónico que “la mejor prueba de que Marito es Tirika, es que, al igual que el famoso personaje de historietas Superman y su alter ego Clark Kent, el presidente y la mascota de Odesur nunca son vistos juntos”.

A pesar de que muchos de sus críticos aseguran que el presidente “no hace nada” en su rol de jefe del Poder Ejecutivo, resulta difícil de creer que entre sus habituales ocupaciones tenga tiempo ni voluntad de disfrazarse para hacer de animador de una competencia deportiva. Y más aún: a pesar de que Marito presume de ser bailarín en los actos políticos, además de paracaidista militar y de mantenerse en buena forma atlética, es muy difícil que pueda reunir todas las diversas habilidades olímpicas de las que hace gala Tirika en sus presentaciones públicas.

Sin embargo, podemos asumir la interpretación de que Marito y los miembros de su movimiento interno en el Partido Colorado son o quieren ser Tirika, en un sentido metafórico, como probablemente ocurre con los políticos de otras carpas y organizaciones. Tiene que ver con la intención de querer aprovecharse de la tremenda popularidad obtenida por el personaje, en busca de revertir a través suyo la imagen negativa que arrastran gran parte de los políticos en este complejo periodo electoral.

De hecho, el sector del movimiento Honor Colorado, que lidera el ex presidente Horacio Cartes, ya ha acusado a través de sus medios de prensa que “el Gobierno busca que Tirika lo salve de la gran impopularidad”, cuestionando la decisión de la administración de Mario Abdo Benítez “de poner a Tirika a anunciar precios de combustibles del ente liderado por el impopular Denis Lichi” (presidente de Petropar).

El debate tiene que ver, también, con la denuncia realizada por los directivos de los Juegos Odesur, de que algunos políticos están usando ilegalmente la imagen de Tirika para sus campañas electorales, involucrando a la mascota en imágenes de promoción de sus candidaturas, a través de fotos montadas con técnicas de Photoshop.

Algunos de esos casos, que han sido denunciados por los internautas, han puesto en evidencia imágenes que muestran a Tirika sosteniendo carteles de propagada a favor de Marito como candidato a presidente de la ANR, del ex ministro de Obras Públicas, Arnaldo Wiens, como candidato a presidente de la República por el sector oficialista, de Dani Centurión como diputado por el mismo sector, como también han aparecido imágenes de Tirika exhibiendo un cartel del movimiento contrario, con Horacio Cartes como candidato a presidir la ANR, de Santiago Peña para la presidencia de la República, de Pedro Alliana para vicepresidente, entre otras figuras del mismo equipo. 

Son estas situaciones las que han motivado una fuerte campaña ciudadana en las redes sociales, con la consigna “¡Con Tirika, no!”, y que Ricardo Deggeller, coordinador de los Juegos ASU 2022, anuncie que accionarán judicialmente contra los políticos que usen la imagen de la mascota en sus campañas. Hasta ahora, sin embargo, no ha trascendido que se haya iniciado alguna querella, a pesar de los muchos casos que se expusieron en forma pública.

Otro político que ha sido objeto de burlas y memes en las redes sociales por aparecer en fotografías caminando junto a Tirika con la antorcha de los Juegos Odesur, es el intendente municipal de Asunción, Oscar Nenecho Rodriguez, a quien le adjudican varios apodos muy groseros, denotando su gran impopularidad por el pésimo estado en que se mantiene la ciudad, a pesar de algunos apurados arreglos cosméticos realizados para este evento. 

En el sector de la oposición, también hubo mucha molestia de los internautas contra uno de los principales candidatos a la presidencia de la República por la Concertación Nacional, Efraín Alegre, titular del Partido Liberal Radical Auténtico, por aparecer en una foto no con Tirika, pero sí con la aclamada atleta Jennifer Servín, quien conquistó la medalla de plata en la competencia de karate, a pesar de haber tenido el ojo izquierdo cerrado por las heridas recibidas en las peleas. “Gracias a que los políticos no se metieron en los Juegos Odesur, son un éxito, hasta que aparece Efraín tratando de sacar rédito político. Lamentable”, expresaba uno de los internautas.

A pesar de los intentos por sacar réditos electorales usando la figura de Tirika, los Juegos Odesur Asu 2022 avanzan en su segunda y última semana con mucho éxito y participación ciudadana.

Aún no se sabe quién es o quiénes son los que visten el disfraz del popular, aplaudido y querido Tirika, pero definitivamente no es Marito ni ningún otro cuestionado político.

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(12) Que nadie calle a Paola Ferrari

Hay una historia deportiva grande y admirable en torno a los Juegos Odesur Asu 2022, que se ha ganado el aplauso masivo de la ciudadanía, pero también hay otra historia más pequeña, lamentable, que sin embargo no debe ser perdida de vista, porque es parte de una anquilosada actitud política dictatorial gubernamental, que insiste en empañar el brillo de la competencia, en medio de una inusitada fiesta de convivencia democrática.

Ocurrió el domingo último. El partido final entre la Selección Paraguaya de Básquetbol Femenino y la selección de Colombia, que se disputó en el SND Arena, fue apoteósico. Desde temprano, el público formaba largas colas para ingresar a alentar a las jugadoras, algo que suele ser muy poco frecuente en una disciplina deportiva como el básquetbol, también llamado básquet o baloncesto. El estadio se llenó con unas 5.000 personas en las graderías.

El seleccionado de las basquetbolistas paraguayas, popularmente conocidas como Las Panteras, venía abriendo camino con mucha garra, en busca de la medalla de oro que las consagre campeonas en esta disciplina de los Juegos Odesur. Habían derrotado por 77 – 61 a Bolivia, luego por 67 – 57 a Chile y el sábado 8 habían ganado a Uruguay por 75 – 52 para anotarse en la final del día siguiente.

No fue posible. Pelearon muy duro, pero el seleccionado de Colombia estuvo mejor, superando por 79 a 62 a la selección guaraní, que quedó como vicecampeona, adjudicándose la medalla de plata. El público las ovacionó de pie, como lo merecían.

Cuando las jugadoras ingresaron al vestuario, la capitana del equipo, la extraordinaria basquetbolista Paola Ferrari, con la voz quebrada por la emoción, les dedicó unas palabras de aliento, que le salieron de lo más profundo del corazón, con mucha libertad y espíritu crítico. La arenga fue grabada por alguien del equipo de prensa de la Secretaría Nacional de Deportes y luego el video fue alzado en el perfil oficial de la SND en Instagram, de donde fue rápidamente viralizado por los internautas.

La intervención de Paola tuvo elogios para las jugadoras pero también fuertes críticas al Gobierno y a las autoridades de la SND:

—¡Increíble! ¡Eso se llama tener huevos! Eso solamente hace la gente que ama lo que hace y nosotros no lo hacemos por plata. Ustedes ni siquiera están teniendo un torneo, ni les están pagando un sueldo. Están teniendo cuatro o cinco trabajos, yo sé. Trabajan en Los Laureles, el ASA, el Inter, trabajan en todos los colegios del Paraguay. Yo sé lo que trabajan y te juro que eso es de admirar. Yo me bajo los pantalones (o la bombacha, porque no tengo calzoncillos) con ustedes. Son unas ídolas. Ojalá que esto repercuta, porque lo demostramos acá. En la cancha se demuestra lo que uno es y por fin nos pueden valorar. Ahora nos van a valorar, ahora van a saber lo que hicimos.

La arenga de Pao tuvo mucha repercusión y se interpretó como una directa crítica a la dirigencia de la Confederación Paraguaya de Básquetbol, presidida actualmente por Santiago Ochipinti. Varios medios e internautas señalaron que las chicas llegaron a ser subcampeonas de Odesur, con dos medallas de plata en una semana, sin tener un ritmo de competencia porque la CPB no programó un solo partido de la liga de primera división femenina, favoreciendo solo a la selección masculina, en donde juegan los hijos de Ochipinti. Es decir, las jugadoras de la selección paraguaya de básquetbol no cuentan con un torneo ni tienen un salario.

La reacción de las autoridades, en lugar de responder positivamente a los reclamos, fue tratar de callar las críticas de Paola Ferrari. El video original de la arenga de la basquetbolista fue bajado del perfil de Instagram de la Secretaría Nacional de Deportes, editado con evidentes cortes de las partes en donde la capitana de la selección les bajaba la caña a los que manejan la disciplina deportiva. Luego, volvieron a alzar una versión descafeinada, en donde no hay ninguna crítica, solo la felicitación a las jugadoras, tal como lo pone de resalto un artículo del diario ABC Color.

Hagamos un ejercicio digital. Comparen esta primera versión, tomada del video que se alzó en el perfil de la SND en Instagram el domingo, que se viralizó en seguida, poniendo de resalto las críticas de Paola, con esta nueva versión que en momentos de escribirse este artículo está alojado en el mismo sitio. ¿Qué es lo que falta entre una y otra versión? Pues justamente la parte en que Pao cuestiona la falta de apoyo oficial, (“ustedes ni siquiera están teniendo un torneo, ni le están pagando un sueldo….”. “ahora nos van a valorar, ahora van a saber lo que hicimos”). Nada de eso está en la nueva versión del video en el Instagram de la SND. Si esto no es censura, ¿qué es?

Definitivamente, hay personas en la organización de los Juegos de Odesur Asu 2022 que mantienen una mentalidad stronista. No les gustan las críticas y practican la discriminación y la censura, como si estuvieran todavía en los tiempos del arbitrario general.

Primero fue la grosera propuesta a la cantautora indígena nivaklé Bianca Orqueda de que cante gratis “para ser visibilizada y más conocida”, mientras los demás artistas si eran pagados, tal como lo hemos relatado en un anterior artículo. Ahora se suma esta torpe acción de censura contra Paola Ferrari, ignorando quizás que la versión original que quieren esconder ya había sido capturada por la mayoría de los medios e internautas, porque en esta era digital ya no se pueden ocultar tan fácilmente los contenidos por “orden superior”.

Me dirán que no es para tanto, pero si empezamos a admitir actitudes totalitarias aparentemente pequeñas como esta, corremos el riesgo de que pronto se vuelvan a normalizar. Así es como acabamos permitiendo que algún dictador de nuevo cuño termine sentado en el sillón de los López.

En este caso, no creo que se pueda callar fácilmente a Paola Ferrari, probablemente la mayor basquetbolista paraguaya de nuestro tiempo, alguien que ha dedicado la mayor parte de su vida por promover esta disciplina y que, está visto, es un espíritu libre dispuesto siempre a luchar por sus ideales y por la dignificación de sus compañeras. Expresamos nuestra solidaridad con ella y nuestro repudio para quienes intentan tapar el sol con un dedo.

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(13) ¿A qué juegan los indígenas en Odesur?

El genial humorista gráfico Nicodemus Espinoza, más conocido por su nombre artístico Nico, publicó días pasados un dibujo muy festejado. Se trata del guerrero de una etnia indígena que se presenta a la sede de los Juegos Odesur Asu 2022 con su arco y sus flechas. La recepcionista le dice a uno de los directivos: “El señor quiere entrar a la competencia de tiro con arco. Dice que es el suplente de don Centurión” (refiriéndose al popular arquero de la Linea 30, José Centurión).

La imaginativa viñeta de Nico pronto se convirtió en realidad, aunque no de una manera literal. No solo un guerrero indígena, sino cientos de ellos, irrumpieron en la ciudad capital del Paraguay, que sirve de base a la competencia internacional. Lo que el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, no quería que hagan los camioneros, lo hicieron los pueblos indígenas: venir a perturbar lo que parecía una linda y tranquila fiesta, sin problemas sociales ni cuestionamientos políticos.

Probablemente los nativos no se propusieron deliberadamente generar incidentes ante los juegos Odesur, solo que las fechas coincidieron. Es tradicional que se manifiesten el 11 de octubre (al que consideran “El último día de libertad de los pueblos indígenas”, en víspera del llamado “Descubrimiento de América” en 1542 por los europeos), y el 12 de octubre, aniversario de la llegada de Cristóbal Colón, al que proclaman como “Día de la Resistencia Indígena”.

Este año, la Articulación Nacional Indígena por una Vida Digna (Anivid), buscó convocar a miles de nativos de diversas etnias del país para marchar por las calles céntricas de Asunción, a fin de presentar a las autoridades de los tres poderes del Estado un pliego de 35 reivindicaciones, muchas de ellas incumplidas ante anteriores movilizaciones. La principal demanda es por la recuperación y el aseguramiento de la propiedad de tierras ancestrales de los pueblos indígenas, generalmente en conflictos violentos ante la expansión de emprendimientos sojeros y ganaderos.

En su pronunciamiento, los indígenas describenn una realidad lacerante: “Vivimos en la pobreza 68% en las áreas rurales, en pobreza extrema 34,4%, siendo mayor en las áreas rurales con 35,9%; el acceso a servicios básicos es parcial, solo el 63,7% de las comunidades acceden a electricidad, el 56,5% acceden a agua mejorada, sólo el 34% de la población indígena contamos con un puesto de salud, de los cuales solo el 61% recibe medicamentos de las mismas. El acceso a la educación es muy limitado: solo las dos terceras partes de la población indígena de 10 años y más sabe leer y escribir, es decir, el porcentaje de analfabetismo llega al 37,6%, pero lo grave es que en 2012 apenas el 28% de la población en edad de estudiar, de 5 años y más, asistía a una institución educativa. De hecho, no todas las comunidades contaban entonces con un local escolar, solo el 70% lo tenían y de estas, el 76% impartían enseñanza hasta el sexto grado, 19% hasta el 9º grado y 5% hasta la media, la mayoría de ellas bajo el sistema de plurigrados. El 94% de los locales de enseñanza presentaban problemas serios de infraestructura (DGEEC, 2014)”.

Un primer problema surgió cuando —para no molestar a los turistas que vinieron para los Juegos Odesur y no destruir más las plazas del microcentro histórico (que están siendo recuperadas por la Municipalidad de Asunción, luego de años de desidia)— las autoridades pretendieron que los manifestantes se instalen en el ex Seminario Metropolitano, lejos de los centros de poder, en donde iban a estar menos visibles.

Los líderes indígenas rechazaron estas pretensiones y forzaron la ocupación de las plazas céntricas, principalmente las que están frente al Congreso, generando enfrentamientos verbales entre la Policía (que autorizó la ocupación, en nombre del Ejecutivo) y la Municipalidad (que se opuso, pero no lo pudo evitar). En el trasfondo sobresale la pelea política entre los dos principales movimientos internos del Partido Colorado, que obedecen al actual presidente de la República, Mario Abdo Benítez, y al anterior mandatario, Horacio Cartes, además de los intereses electorales de otros dirigentes políticos.

El abogado e indigenista Oscar Ayala Amarilla, quien fue presidente del Instituto paraguayo del Indígena (INDI) durante el gobierno de Lugo, se preguntó en un posteo: “¿Será que las autoridades -y buena parte de la sociedad paraguaya- cuando ven a los indígenas llegar a Asunción con sus reclamos y harapos, observan todo aquello que les interpela y les avergüenza, por no haber hecho nunca nada significativo a favor de ellos? ¿Será ese el motivo por el cual, desde la intendencia municipal, por ejemplo, así como desde muchos otros ámbitos gubernamentales y mediáticos tanto se empeñan -y sin disimulo alguno- en exteriorizar sus deseos de ‘pronto retorno a sus comunidades’ a los indígenas que hoy se manifiestan, sin siquiera preguntarse por qué se están manifestando? La discriminación y el racismo se expresa de muchas formas, sin dudas, y una de ellas la podemos auscultar a estas horas en la capital de la República”.

Tal como lo hemos relatado en estas columnas, las actitudes de discriminación hacia la cultura indígena también se manifestaron entre los organizadores de los Juegos Odesur, en el lamentable caso de la cantautora indígena nivaclé Bianca Orqueda, a quien le pidieron que cante gratis “para ganar visibilidad”, mientras los demás artistas sí cobraban sus honorarios.

En momentos de escribir esta crónica, tras una simbólica marcha final por las calles céntricas de Asunción, los indígenas lograron un acuerdo con las autoridades y decidieron levantar sus campamentos, regresando a sus comunidades. Aceptaron la conformación de una mesa de trabajo, que se reunirá mensualmente para tratar los reclamos.

Fue emotivo ver como los miembros de muchas delegaciones extranjeras que acompañan a los atletas de los Juegos Odesur, se acercaban con curiosidad a los lugares de movilización, interesados en conocer lo que estaba pasando y muchos de ellos expresaban su solidaridad con las reivindicaciones de los indígenas. Las marchas colapsaron aún más las ya colapsadas calles asuncenas, agravando el congestionamiento por los cierres de la avenida Costanera para las prácticas de los Juegos Odesur.

Si se hubiesen quedado unos días más, aunque no figuran entre los deportes incluidos oficialmente en la competencia, los indígenas podrían haber participado de Odesur, agregando nuevas disciplinas:

  1. Caminatas de desafío a la represión policial por las calles de Asunción.
  2. Interpelación a la indiferencia de los ciudadanos y ciudadanas ante los problemas sociales.
  3. Confrontación a la práctica del ñembotavy (hacerse el desentendido) de las autoridades ante los reclamos de los pueblos originarios.

En una de esas, hasta hubiesen obtenido alguna medalla de oro.

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(14) Plazas sucias, calles rotas, gente hospitalaria

Superaron ampliamente todas las expectativas. Antes de la inauguración oficial, la ministra de Turismo, Sofía Montiel de Afara, había vaticinado que se esperaban al menos unos 10.000 visitantes extranjeros para los Juegos Odesur Asu 2022, pero en su último informe, entregado el miércoles en Palacio de Gobierno, la propia titular de la Senatur se declaró gratamente sorprendida de que su tímido pronóstico se haya sextuplicado, ya que desde el 29 de setiembre hasta el 10 de octubre, un total de 67.000 turistas, provenientes de 117 ciudades del mundo. El 87% llegó al país por vía aérea y el resto por medios terrestres.

Buenas noticias. Los hoteles de Asunción y alrededores están ocupados en un cien por ciento. Incluso, algunos hoteles que debieron cerrar forzosamente por la crisis de la pandemia del Covid-19, pudieron reabrir exclusivamente para atender la alta demanda generada por la competencia deportiva internacional.

Se estima que los ingresos económicos que hasta ahora aportaron las actividades en torno a Odesur durante estas dos semanas, ascienden a aproximadamente 200 millones de dólares, repartidos en hoteles, transporte, gastronomía, compras a artesanos y emprendedores, entre otros rubros, no solamente en Asunción y alrededores, sino también en las subsedes de competencias, Encarnación y Hernandarias.

En la calle, basta acercarse a algunos turistas para tener un clima de lo que pudieron vivenciar. En las cercanías del Panteón de los Héroes, en el microcentro capitalino, paseando envuelto con su bandera albiceleste, hallamos al argentino Gonzalo de León, llegado desde Rosario de Santa Fe, con toda su familia: “Ya habíamos estado en el Paraguay hace como diez años, pero ahora encontramos que el centro de Asunción está muy abandonado, muchas plazas están sucias y las calles están rotas en gran parte, aunque la gente de este país sigue siendo muy amable, muy hospitalaria, te hace sentir como si estuvieras en tu casa. Hay otros barrios que están muy modernizados, con muy buenos locales gastronómicos, pero es una lástima que la parte más linda esté tan deteriorada. Las autoridades deben cuidar mejor a una ciudad que tiene mucho valor histórico para toda Latinoamérica”.

Sabrina Gunzolo, de Córdoba, es familiar de una de las atletas que compiten en vóleibol, en representación de su país: “Es la primera vez que venimos al Paraguay, me gusta el ambiente, pero creo que falta mejorar mucho la infraestructura para el turismo. La ciudad parece muy destruida en muchas partes. Veo que han estado tratando de arreglar las plazas a último momento, no deberían ser tan improvisados. El turismo puede ser una gran fuente de ingresos económicos, pero hay que ponerse las pilas. También se nota la corrupción, nosotros vinimos en coche y apenas entramos en Paraguay por Encarnación, ya nos topamos con policías de tránsito que intentaron sacarnos guita por boludeces. Mi marido amagó con llamar por teléfono para denunciarlos ante el consulado y entonces se echaron atrás. Es una pena que persistan con esas actitudes que ahuyentan a los turistas. Por lo demás, encontramos gente maravillosa que nos hacen sentir muy bien recibidos. La comida es muy rica”.

Damares da Silva, brasileña, de Sao Paulo, dice que ya vino varias veces a Asunción y a otras ciudades del Paraguay, se nota por su pintoresco portuñol: “Eu gosto muito del Paraguay, pero muchas cosas tienen que mellorar. Apenas cruzamos el Puente de la Amizade y los policías ya te piden diñeiro, coimas. Hay muita corrupción, pero la gente es muito buena en las tiendas, en los hoteles, en los restaurantes, en las calles. Yo vengo siempre a hacer compras en Cidade del Este, porque los precios son muy buenos. En Asunción impresiona mucho la sujeira, suciedade, contaminación, rúas en mal estado, muy distinto a Encarnación o a Santa Rita, que son ciudades muy cuidadas. Tienen que mellorar mucho si quieren atraer turistas”.

Debemos reconocer que la gente de la Secretaría Nacional de Turismo hizo un muy buen trabajo para atender a los extranjeros durante estos juegos, a pesar de las limitaciones. La infraestructura montada y los eventos ofrecidos, con recorridos turísticos, despertaron buena aceptación y mucha participación.

La guía de opciones turísticas preparada especialmente para Odesur, disponible en formato digital y pdf, ha sido de mucha utilidad, pero la precariedad de muchos destinos, la inseguridad en territorios marginales, la falta de mayor profesionalidad en los operadores de turismo, conspiran contra la posibilidad de que muchos extranjeros que vinieron exclusivamente por disfrutar de las competencias deportivas, quieran regresar después por el simple placer de disfrutar de nuestros destinos turísticos.

Los Juegos de Odesur nos han demostrado que el turismo es una de las grandes opciones de ingresos económicos para el Paraguay, pero también nos demuestra lo mucho que hace falta mejorar.

Históricamente, la llamada “industria sin chimeneas” ha sido un sector ignorado por los poderes del Estado, pero en las últimas dos décadas hemos notado importantes avances. Todavía está lejos de figurar entre los servicios más importantes en la estructura del producto interno bruto (PIB), pero allí vamos. Falta que municipios importantes, como el de Asunción, lo tomen en serio y rompan el cascarón de la desidia y la ineficiencia. Hace falta mejorar los accesos fronterizos, entrar al país por Ciudad del Este o Encarnación supone un calvario, casi siempre. Por sobre todo, la clase política es la que debe tomar en serio el desafío, mejorando los presupuestos para el sector, facilitando opciones a los emprendedores turísticos, invirtiendo en mejorar los accesos y la infraestructura, pero sobre todo cambiando el chip provinciano de que el turismo es solamente una cuestión de ocio, tipo excursiones de fin de semana y el balneario valle entre yuyales y mosquitos.

Esperemos que esta experiencia de los Juegos Odesur Asu 2022 nos haya abierto un poco más los ojos y la conciencia acerca de la conveniencia de desarrollar una política de turismo más profesional, sostenible y amigable con el medio ambiente, desde todas las instancias del Estado y la sociedad.

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(15). Lo que nos dejan los juegos Odesur

“Ya se terminó

ya se va la gente

ya sé lo que me vas a decir

que no hay que llorar

que son cosas que pasan…”

La canción Fin de fiesta, del cantautor argentino-estadounidense Kevin Johansen, describe un poco el espíritu que se nos instala al término de los Juegos Odesur Asu 2022. Son muchas las expresiones ciudadanas, en las redes sociales de Internet, lamentando que todo se acabe tan rápido, en especial para los propietarios y trabajadores de hoteles, restaurantes, sitios de turismo, establecimientos comerciales, transportistas y pequeños emprendedores, que se beneficiaron con el gran aluvión de turistas.

Más allá de los sorprendentes buenos resultados económicos, la principal ganancia que nos queda es social, cultural, anímica: La comprobación de que, había sido, somos capaces de organizar un evento internacional de esta envergadura, a pesar de nuestras diferencias y deficiencias políticas, de nuestras peleas cotidianas, de nuestra todavía escasa infraestructura.

Hay mucho que aprender de esta experiencia, pero podemos resumir algunos puntos que nos parecen relevantes:

1.El Paraguay puede. La elección de Asunción como sede de los Juegos 2022 fue complicada y dificultosa. Tras la aceptación oficial del ofrecimiento en la asamblea de Odesur, el 11 de diciembre de 2017, la llegada de la pandemia del coronavirus en 2020 obligó a que el Paraguay avise que no iba a ser posible cumplir el objetivo, ya que los fondos previstos para organizar la competencia se tuvieron que invertir en construir hospitales de emergencia ante la crisis de salud. Finalmente, con el paulatino retiro de la pandemia, se pudo rever la suspensión y reorganizar todo en menos tiempo. Hasta se puede decir que salió mejor de lo planeado. Así que ya le demostramos al mundo —y a nosotros mismos— que sí estamos preparados para cosas grandes. Hasta los Juegos Panamericanos 2025 no paramos.

2. Participación social. Un detalle motivador es que mucha gente se involucró con entusiasmo en la organización de estos juegos. Cerca de 4.000 voluntarios formaron parte, aparentemente seleccionados sin que se tengan en cuenta los colores políticos ni la afiliación partidaria, ni ideología ni religión. Es algo poco frecuente en el Paraguay, en donde tenemos la perversa tradición de que todo se decide entre amigos, parientes, correligionarios y cómplices políticos. A pesar de las muchas críticas contra el actual gobierno, hay que reconocer que las instituciones involucradas, principalmente las secretarías de deportes y de turismo, hicieron un buen trabajo y la gente colaboró activamente. Las largas colas que se formaban para asistir a los juegos, los estadios colmados especialmente para alentar a los equipos de Paraguay, fue otra grata gran sorpresa.

3.- Reivindicar al atletismo, principalmente a las mujeres atletas. Unos 576 atletas, hombres y mujeres, fueron parte del Team Paraguay en los Juegos Odesur. Muchos y muchas de quienes compitieron han debido construir sus carreras deportivas desde abajo, desde el seno de comunidades y familias humildes, casi sin apoyo de las autoridades o las instituciones del Estado. Aunque vienen desarrollando una importante actuación en competencias internacionales desde hace años, esta vez se han hecho visibles por primera vez para un público más masivo. Particularmente, las mujeres atletas fueron las que más se han destacado por su constancia, por su fuerza de voluntad, por su heroísmo deportivo. Odesur 2022 tuvo especialmente un rostro de mujer. En estas columnas hemos resaltado admirables historias, como las de la karateca Jennifer Servín, quien siguió compitiendo a pesar de tener uno de los ojos cerrados por los golpes y conquistó el vice campeonato en su dura disciplina. Esperemos que todo esto ayude a que se les brinden mejores oportunidades, para seguir dando brillo al país.

3.- Dar más valor a los otros deportes. En un país (y en un mundo) en donde la mayor parte de los recursos y la atención se dirigen preferentemente al futbol de las grandes ligas, estos Juegos Odesur han ayudado a dar visibilidad a “los mal llamados deportes menores”. Cerca de una cincuentena de disciplinas deportivas han estado quizás por primera vez en la gran vidriera, muchas de ellas con nombres que hasta hace poco sonaban desconocidos para el gran público. Ahora muchos niños saben qué es un triatlón o en qué consiste la práctica del canotaje slalom. Esperemos que todo esto se traduzca en mejores políticas de promoción y apoyo a los atletas de estos deportes.

4. Apostar por el turismo. Cerca de 70.000 visitantes extranjeros llegaron al país para acompañar los juegos, superando en gran medida todos los pronósticos. Es mucha gente, con un gran poder adquisitivo, que permitieron reflotar los hoteles cerrados durante la pandemia, la gastronomía y los destinos turísticos. A pesar de los esfuerzos y avances, se notó lo lejos que aún estamos para poder ofrecer una estadía de primer nivel a quienes nos visitan. El Estado paraguayo necesita tomar en serio el turismo como actividad posible de buenos ingresos económicos para su población. Hay que mejorar lo que hay, cambiar el chip provinciano de que el turismo es solamente una cuestión de ocio, tipo excursiones de fin de semana y el balneario valle entre yuyales y mosquitos.

5.- Evitar actitudes antidemocráticas. En el marco de los muchos logros, hubo algunas situaciones lamentables, que deslucen el brillo de todo lo que se hizo. Una de ellas fue la condenable actitud discriminatoria de los organizadores de los shows de espectáculos en el Fan Fest de la Secretaria Nacional de Deportes, al plantear a la cantautora indígena nivaclé Bianca Orqueda de que cante gratis para obtener “visibilidad” mientras a los demás artistas si se les pagaba sus honorarios, tal como lo denunciamos en una de nuestras crónicas. Otro episodio, no menos grave, fue la censura a un video en que la capitana de la selección paraguaya de básquetbol femenino, Paola Ferrari, cuestionaba la falta de apoyo por parte de la Federación y de la Secretaría Nacional de Deportes. Intentar acalla la voz de una de las aguerridas atletas fue un despropósito, que conspira contra la transparencia y la convivencia democrática, tal como lo hemos resaltado en otro artículo. Esperemos que estas actitudes totalitarias no se repitan.

Los juegos de Odesur llegan a su fin, dejándonos un regusto agrio de fin de fiesta, como en la canción de Johansen, pero también la alegría y la satisfacción del deber cumplido. Hay mucho que aprender y corregir, en el proceso de construcción de un mejor país.

Para quien firma esta columna, también finaliza la experiencia de haber escrito quince crónicas no-deportivas, con mirada alternativa, para La Tribuna, una por cada día de juego, desde un proyecto colaborativo con nuestro medio El Otro País.

Agradezco a los editores de este nuevo medio periodístico digital —que rescata la marca tradicional y legendaria de un histórico diario paraguayo—, por haberme ofrecido esta oportunidad, como también agradezco a los lectores y a las lectoras por acompañarme. Con toda seguridad, más temprano que tarde nos volveremos a encontrar en alguna otra interesante movida periodística. Hasta entonces.

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Textos pubicados previamente en el diario digital La Tribuna. Derechos reservados.