Son las once de la mañana y en Radio Fiesta Digital suena «Asunción del Paraguay» que luego funde con «Regalo de amor», la guarania compuesta por Mauricio Cardozo Ocampo. Termina la melodía, entra una cortina más internacional y la locutora empieza a leer mensajes que le mandan sus oyentes. Luego vienen los anuncios y cambia a música urbana. Así transcurre la mañana en el programa «Podría ser peor», conducido por la paraguaya Norita Leguizamón desde el Paseo de la Castellana, en Madrid.
A más de seiscientos kilómetros de allí, en Barcelona, cae la tarde y por internet se escucha una canción con una voz melodiosa y mientras baja el volumen suena la voz potente de Laura Peña, que reflexiona sobre el apoyo que hay que darles a los artistas paraguayos, como Nahuel, el que canta. Laura transmite desde Estación Latina Media y conecta desde su programa «Laurasuperactiva» con la colectividad latina de Cataluña y el mundo.
Norita y Laura llegaron a España como muchas mujeres, navegando sobre la ola de la migración, en busca de una mejor calidad de vida. Norita dejó hace 17 años su Areguá natal y le tocó empezar de cero. «Cuando llegué, empecé a trabajar de interna en un barrio de gente pudiente. Los primeros cuatro años me relacioné prácticamente solo con españoles», relata. Laura es de Lambaré y lleva 20 años fuera de su país. «Decidí salir de mi tierra con mucho dolor, mucho pesar, porque la necesidad muchas veces implica decidir, salir a buscar un mejor futuro tanto para ti y para tus hijos y para una vida mejor», comenta. También empezó a trabajar como empleada doméstica y luego tuvo diversas ocupaciones.
Los inicios en la radio
Norita Leguizamón también trabajó en la cocina, en un buffet donde había paraguayos. «Ellos me hablaron de una radio paraguaya, así que me acerqué», cuenta Norita. Allí se encontró con un colega radialista que había conocido en Paraguay. Éste la invitó a hacer un programa y de esa manera empezó su andadura por las radios de Madrid.
«Me invitó a hacer un programa los sábados, se llamaba ‘Paraguayos por el mundo’ y lo que hacía yo era buscar paraguayos exitosos por el mundo y entrevistarlos. Ahí comencé y de ahí ya fui dando saltos por diferentes radios», recuerda.
Laura Peña trabajaba cuidando a personas mayores, le gusta interactuar con las personas, pero nunca pensó en influenciar a la gente desde los medios. «Un día estaba tomándome un café con otra colega, una profesional del periodismo. Ella, viendo que soy charlatana me dijo que tenía un medio digital y me ofreció un espacio en esa radio. Yo le dije que no tenía ni idea, que no podía hacer eso», recuerda. Pero finalmente se animó y así empezó, aunque dice que el primer día no sabía ni cómo saludar, y más aún porque se emitía también por facebook live y tenía que estar atenta a la cámara.
A Norita Leguizamón el mundo de la radio no le era ajeno. Ya venía con cierta experiencia desde Paraguay. «Empecé a los quince años haciendo un programa que se llamaba ‘Movidito, movidito’ en Radio Curupayty. También estuve en Radio Guarania, en radios luqueñas, pero donde aprendí mucho fue en Radio Digital de Areguá», explica.
Norita también recuerda que mientras estuvo ligada al mundo de la radio en Paraguay, incursionó en el teatro, en el mundo del espectáculo. Participó en sketches humorísticos con Álvaro Ayala y fue cantante del grupo Los Jokers cuando este se dividió.
La apuesta por emprender
Ahora Norita Leguizamón cuenta con una radio propia, donde se siente cómoda y está contenta con su audiencia. Sin embargo, el camino para llegar hasta aquí fue un sendero muy complicado. Ser mujer dificulta bastante abrirse paso en el mundo de la radio, según Norita.
«Este es un ambiente machista, donde los hombres se facilitan todo entre ellos, pero a nosotras no tanto y a mí me tocó sacar el carácter para mantenerme en el ambiente. Tuve una mala experiencia en una radio en la que trabajaba, porque en plena pandemia yo no podía ir a la emisora y mis compañeros no tuvieron la deferencia de respetar mi espacio», explica Leguizamón. A ella le habían diagnosticado leucemia y era grupo de riesgo. Aun así, le cambiaron el horario y prácticamente la obligaron a buscarse la vida en otro sitio.
«Fue entonces que decidí montar mi radio online, atendiendo a la gente que me decía que yo podía hacerlo y gracias a ese apoyo pude crear la radio y estoy súper feliz por el acompañamiento y el cariño de la gente», reflexiona.
En el caso de Laura Peña, compaginaba su incursión en radio con su labor sociosanitaria, atendiendo a personas mayores, hasta que el medio digital con el que colaboraba cerró. Entonces, después de muchas idas y vueltas, proyectos que no salieron, se propuso ella misma armar su radio digital.
«Era mi cumpleaños y mi pareja sabía lo que yo quería hacer y me regala un ordenador que no tenía ni la memoria suficiente para poder hacer lo que yo quería, un micrófono que me compró de Amazon, que tampoco funcionaba para eso, pero yo tenía esa ilusión, entonces monté una mesa con el ordenador, la consola pequeñita que me regaló una amiga y en el salón de mi casa empecé con un ‘hola, hola, a todo el mundo’», cuenta Laura y dice que no se olvidará nunca de esa primera imagen, con el pelo rizado, los nervios y el no saber casi nada de radio en directo, pero que la ilusión era tan grande que siguió adelante.
Norita Leguizamón intenta que la programación de su emisora se diferencie de las demás emisoras de las comunidades migrantes. «En mi programa tratamos temas de desarrollo personal, crecimiento espiritual, es decir, temas que puedan interesar más allá de lo que ya se ofrece en otras emisoras», comenta.
En el caso de Laura y su Estación Latina Media, cuenta con una variada programación y en su espacio «Laurasuperactiva» les da cabida a grupos musicales paraguayos de diferentes géneros, más allá de lo folclórico. Desde allí han podido generar informaciones de interés de la comunidad migrante, realizan directos de eventos y entrevistas a personalidades como el cónsul paraguayo en Barcelona y representantes de organizaciones y entidades latinas.
Sueños y realidades
La mañana sigue transcurriendo y suena como cortina una canción de Rosalía, mientras Norita Leguizamón vuelve a leer los mensajes y pedidos musicales de su audiencia. También anuncia que en breve tendrá como invitada a una abogada experta en temas migratorios, por lo que la radio también se convierte en una especie de consultorio jurídico, donde los y las paraguayas pueden enterarse más de sus derechos como migrantes en esta Europa cada vez más restrictiva para con ellos.
Aunque no se conocen, Laura y Norita no solo están unidas por la radio y por el sueño de generar espacios de comunicación para la comunidad paraguaya en España, sino también porque ambas comparten una historia personal con la enfermedad del cáncer. Curiosamente ambas lo tuvieron y las dos lograron superarlo y viven para contarlo.
Ser mujer y migrante son condicionantes que pueden determinar el fracaso de emprender en los medios de comunicación, pero Laura desde Barcelona y Norita desde Madrid han logrado romper con eso gracias a que tuvieron que «sacar el carácter», como dice Norita, para seguir haciendo lo que les gusta.
Laura Peña hace un balance de estos tres años de camino andado y dice: «Me siento agradecida con Dios, antes que nada, feliz de poder seguir y continuar aquí en estas emisiones que vamos haciendo todos los días, llegando nuevamente con programas a esta casa que, como digo, hace tres años nació y sigue de pie gracias a todo el equipo que confió en mi persona y a toda la comunidad latina que apostó por este medio digital».
Ambas coinciden en que no hay mejor recompensa que la gente que las escucha y que se hace sentir con sus mensajes, porque al fin y al cabo ellas son dos radialistas que necesitan el calor y el cariño de esa comunidad cada vez más grande y que trasciende las fronteras geográficas.