Kuña Poty: Mujeres se unen en la frontera para cambiar la realidad social

Mujeres hartas del acoso callejero en Ciudad del Este canalizaron su rabia creando una organización. Así nació Kuña Poty, la primera Asociación Feminista de Alto Paraná. El activismo por los derechos humanos en la frontera, les enseño a enfrentar los riesgos, tejiendo redes. Actualmente, integran una mesa de trabajo con el Estado, lograron la aprobación de una campaña municipal contra el acoso y avanzan hacia un refugio para mujeres víctimas de violencia.

Caminar por las alborotadas calles del centro de Ciudad del Este no es una experiencia segura para mujeres, adolescentes y niñas. Los piropos y hasta manoseos ocurren a la vista de todos, cotidianamente.

Cansadas de esta situación tan normalizada, mujeres esteñas crearon un grupo de whatsapp para compartir su rabia. Ese hartazgo trascendió el espacio virtual y se expresó en las calles, cuando ellas decidieron sumarse al Paro Internacional de Mujeres, 8 de marzo del 2017.

De esa primera marcha del #8M por el Día Internacional de la Mujer Trabajadora en Alto Paraná, nació esta organización feminista. Las fundadoras decidieron ponerle un nombre en guaraní: Kuña Poty, que significa “mujer que florece”, como metáfora alusiva a mujeres con pleno goce de derechos y libres de violencias.

Superando obstáculos

Rocío Silvero, directora ejecutiva y Dea Acosta, directora de proyectos de Kuña Poty, comparten en esta entrevista con El Otro País, las estrategias que han desarrollado colectivamente. Estos mecanismos les han sido útiles para superar obstáculos y lograr avances sociales, desde una organización feminista en una región ultraconservadora.

Kuña Poty nace en una zona cargada de contradicciones. El Este del Paraguay es una región cosmopolita y con una dinámica económica creciente. Sin embargo, hay un atraso en Derechos humanos, inclusión y respeto a la diversidad.

“El discurso oficial del Estado es abiertamente antiderechos. La injerencia de la Iglesia Católica que pauta la moralidad social, atenta contra el derecho de las mujeres y niñas. Lobbies religiosos logran imponer al Estado pautas abiertamente antidemocráticas, atentando en contra el Estado laico, logrando derrumbar leyes y políticas que dan cuenta de la alarmante situación de mujeres y niñas en el país”, expresa Rocío Silvero.

Alto Paraná no cuenta con políticas públicas con perspectiva de género. Las dependencias estatales asisten a las mujeres víctimas de violencia con poco presupuesto. Además de la precaria infraestructura y con un funcionariado sin capacitación adecuada para abordar los casos. 

Rocío señala que las universidades públicas y privadas no cuentan con mallas curriculares que contemplen la perspectiva de género. Agrega, que además prima un discurso violento y de odio que demoniza al movimiento feminista y la diversidad sexual.

Taller realizado por Kuña Poty como parte del proyecto “CDE libre de acoso”.

En esta coyuntura, Kuña Poty sostiene desde hace seis años un activismo feminista de forma voluntaria, generando espacios de conversación e incidencia política. “Es la única organización de la región que habilita espacios de debate y pienso colectivo desde el feminismo”, agrega.

Este activismo enfrenta muchos obstáculos. Dea Acosta refiere: “La inseguridad es uno de los principales riesgos. Pensar el activismo feminista en una zona de frontera con dos países más; donde el contexto y la coyuntura resultan peligrosos, para el activismo en sí y la práctica feminista, donde en este territorio hacemos crítica directa a las formas de construcción de la ciudad, sobre la figura y valor de la mujer, o la mujer como mercancía en una zona comercial. Es un tema sensible e interpelador para el territorio”.  

Indica que el autocuidado y la autogestión han sido claves para permanecer y persistir. Así van superando la falta de recursos económicos, de ofertas académicas y espacios artísticos-culturales.

Tejiendo redes con convicción y persistencia

Kuña Poty empezó como una organización autogestionada. Las activistas, en su mayoría jóvenes y universitarias, comenzaron con actividades artísticas de sensibilización sobre la problemática de la violencia de género.

Realizaron talleres de teatro para mujeres e intervenciones urbanas. Con la pandemia, se vieron sobrepasadas con la cantidad de mujeres pidiendo ayuda por situaciones de violencia intrafamiliar y de género. Fue así que decidieron dar un siguiente paso; gestionar fondos concursables e implementar proyectos que les permitan avanzar hacia sus objetivos.

Taller realizado por Kuña Poty con estudiantes de la UNE sobre prevención del acoso sexual en el espacio universitario.

Con apoyo del Fondo de Mujeres del Sur, Kuña Poty desarrolló talleres de capacitación en perspectiva de género a profesionales de psicología, educación, comunicación, trabajo social y derecho. Luego, con apoyo de la Fundación Panamericana para el Desarrollo (PADF) implementaron el proyecto “CDE con lentes lilas”, donde capacitaron a fotógrafos/as y audiovisualistas para trabajar la imagen con perspectiva de género.

En los últimos años, llevaron a cabo investigaciones sociales a fin de generar evidencia e incidir en el Estado para fortalecer políticas públicas para la prevención y combate a la violencia de género. Mapearon instituciones públicas y denunciaron falencias en la implementación de la Ley 5777/16 de Protección Integral a las Mujeres contra toda forma de Violencia. También hicieron un relevamiento sobre la falta de protocolos y deficiencias institucionales en el abordaje del acoso sexual en Alto Paraná.

Impulsan campañas contra el acoso y por un albergue

Luego de varias denuncias, el 2022 lograron que la Junta Municipal de Ciudad del Este apruebe la realización de una campaña pública contra el acoso callejero. Actualmente impulsan una campaña para lograr la construcción de un albergue para mujeres en situación de violencia.

Kuña Poty lidera la organización de las marchas del #8M y el #25N cada año. Con su activismo sostenido ha logrado formar parte de la Mesa de Prevención de Violencia hacia la Mujer (Mesa Previm), una instancia interinstitucional, coordinada por el Ministerio de la Mujer. A fines del año pasado, lograron formalizarse con la inscripción de su estatuto en el Registro Público.

Dea Acosta y Rocío Silvero, durante la sesión de la Junta Municipal de CDE donde se aprobó la realización de una campaña pública contra el acoso callejero.

“Luchar contra un sistema patriarcal y violento no es una empresa fácil. Exige mucha disciplina y mucha fe a una causa. Una de las fortalezas de Kuña Poty es que cuenta con activistas que creen que superar esas barreras es posible”, cuenta Rocío Silvero.

Dea Acosta agrega que: “Estos obstáculos se van superando con la confrontación directa, desde lo procesual. Ejerciendo el derecho a organizarse, a expresarse, a marchar, hasta que eso va moldeándose y tomando forma según las articulaciones, alianzas, lecturas continuas y propias de la organización en sí”.

Ambas coinciden en que Kuña Poty logró posicionarse como una organización de referencia en Alto Paraná, conocida a nivel nacional y en la Triple Frontera, cuando se aborda temas vinculados a la violencia de género. “Un logro sustancial es que el propio Estado considere a una organización feminista, como contraparte legítima para debatir intereses colectivos”, finaliza Rocío.

Finalmente, Dea concluye que “la existencia misma de Kuña Poty es un logro enorme para la región y una luz de esperanza para la transformación”.

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