Muchos peregrinos y peregrinas que habían empezado a llegar a la ciudad de Caacupé para asistir a las celebraciones en las cercanías del Tupasy Ára, se sorprendieron el martes 5 de diciembre, al ver a un grupo de obreros y técnicos montando una gigantesca imagen de la Virgencita Serrana, en medio de la rotonda, junto a la Plaza Teniente Fariña, detrás de la Basílica.
Lo llamativo fue la imagen de la Virgen, a pesar de conservar los clásicos colores de la vestimenta blanca y el manto azul, además de la cabellera y la corona dorada, no tenía las características de las demás imágenes, sino un rostro casi sin detalles de facciones. Al aproximarse, pudieron notar que la mayor parte estaba confeccionada con restos de botellas de plástico, debidamente cortadas, ensambladas y pintadas.
Muy pronto nos enteramos de que se trataba de una obra de arte hecha con materiales reciclados por funcionarios de la Municipalidad de Ciudad del Este, Alto Paraná, como parte de la campaña “Navidad sustentable” que por segundo año se lleva a cabo con una imponente puesta en escena en la capital del Alto Paraná, acerca de la cual nuestros compañeros y compañeras del medio digital fronterizo El Urbano informan con más detalles en este artículo.
En el caso de la imagen de la Virgen de Caacupé hecha con botellas, los funcionarios informaron que el intendente de CDE, Miguel Prieto, había hecho la promesa de mandar confeccionar y donar al municipio de Caacupé para las festividades en torno al 8 de diciembre.
Para la elaboración se han utilizado 12.000 unidades de botellas de plásticos de 250 cc, 500 cc y dos litros. La construcción llevó una semana y media de trabajo por parte de herreros y artesanos que integran el plantel de talento humano de la Municipalidad de CDE.
La instalación de la imagen generó polémica, desde personas que opinaban en las redes sociales que “una Virgen sin cara” desnaturaliza la visión que los fieles tienen acerca de la madre común de los católicos en el Paraguay, hasta quienes destacaban que justamente esa falta de definición del rostro tiene un elemento altamente simbólico, ya que permite que los sectores más humildes de la población se sientan más representados.
Los sectores ambientalistas destacan principalmente que la imagen donada por el Municipio esteño incorpora un valioso mensaje de cuidado y preservación del Medio Ambiente a las festividades de la Virgen de Caacupé. De hecho, en el Departamento de Cordillera, ya existe una fuerte tradición del arte con elementos reciclados, principalmente en la vecina ciudad de Isla Pucú, donde cada fin de año se exhibe el gigantesco pesebre construido con botellas de plástico, proyecto iniciado por el artista Diego Martín Diarte Añazco, asesor artístico de nuestro medio El Otro País.