Un conmovedor homenaje a los Niños de Acosta Ñu y al gestor Enrique Escobar

A 155 años de la Batalla de Acosta Ñu, el trágico y heroico episodio por el cual se recuerda el Día del Niño en Paraguay cada 16 de agosto, se llevó a cabo un emotivo concierto y una estremecedora obra teatral en la Plaza de la Memoria, en el mismo ex campo de la contienda. También se recordó al gran director de teatro y gestor cultural Enrique Escobar.

Aparecieron repentinamente entre los altos pastizales de Acosta Ñu, como si fueran fantasmas sobrevivientes en el antiguo campo de batalla de hace más de un siglo y medio, avanzando bajo las últimas luces de un sol de fuego.

Niños y ancianos con ropas y banderas desgarradas, caminando como figuras etéreas en el mar verde y gris.

Mujeres con la piel herida, blandiendo machetes herrumbrados contra el horizonte anaranjado.

Desde la terraza de la Plaza de la Memoria, convertida en improvisado palco de la representación teatral, era posible escuchar el clamor de las mujeres, envuelto en el calcinante viento de agosto.

 “¡Nuestros hijos no tuvieron tiempo de nacer ni de soñar!

¡Tampoco nuestros nietos, que no nacieron!

¡Podrán matar nuestros cuerpos, más nunca nuestros sueños, porque somos de esos muertos que nunca mueren, porque un pueblo heroico nunca muere!”

Momentos de la representación teatral en el campo de Acosta Ñu. / Gentileza.

En la tarde del jueves 15 de agosto, víspera del Día del Niño y del 155 aniversario de la Batalla de Acosta Ñu, librada el 16 de agosto de 1869, considerada como el mayor holocausto infantil en América, la Asociación Cultural Jukyty, de la ciudad de Eusebio Ayala, llevaba a cabo su tradicional acto de homenaje a los infantes caídos, sumando además un tributo al gestor cultural y director teatral Enrique Escobar Ovelar, fallecido en octubre de 2022, quien en 2019 dirigió una alucinante puesta en escena de la obra Mita Pypore en el mismo histórico lugar, que en esta oportunidad fue nuevamente realizada por un grupo de actores y actrices que fueron sus discípulos y compañeros.

Integrantes del Elenco de Teatro de Piribebuy, del grupo Nahualli de Itauguá, y de la Comunidad Casco de Caacupé, se unieron en un improvisado elenco al que llamaron Colibrí (era el nombre artístico adoptado por Enrique Escobar), para rendir homenaje a su recordado maestro.

Parte del concierto de la Orquesta Sinfónica del Congreso en Acosta Ñu. / ACG.

El acto inició a las 16.00 con un concierto de la Orquesta Sinfónica del Congreso Nacional (OSIC), que interpretó versiones de “Gallito Cantor”, “Recuerdos de Ypacaraí”, “Galopera” y una conmovedora versión de la canción “Acosta Ñu”, de Federico Riera y Emilio Biggi, entonada por la cantante solista Constanza Sánchez.

Entre las autoridades nacionales y civiles asistieron: la diputada por Cordillera, Graciela Aguilera; el director del Centro Cultural de la República El Cabildo, Aníbal Saucedo Rodas; el intendente municipal de Eusebio Ayala, Víctor Giménez; concejales departamentales y municipales entre otros.

La Plaza de la Memoria, instalada en el mismo campo de batalla, fue inaugurada en 2019, tras una destacable gestión de la Asociación Cultural Jukyty, que se inició en agosto de 2014, con la primera Marcha de las 3.000 Banderas, el evento también denominado Mita Rape.  

El propietario de las tierras, en donde se encuentra el campo de batalla, donó una fracción sobre la ruta que une a Eusebio Ayala con el Cerro de la Gloria, donde se construyó la plaza, frente al cerro Itakyty, a 10 kilómetros del centro urbano de Eusebio Ayala. El escultor Sebastián Guggiari diseñó el monumento, que representa una bandera paraguaya atravesada por lanzas, en la que están definidas siluetas de soldados y niños combatientes.

El lugar se convirtió en el principal punto de referencia de homenaje a los Niños Mártires de Acosta Ñu.

Integrantes del grupo teatral, frente al monumento a los Niños Mártires. / Gentileza.

“Sentimos el peso de la historia”

La cantante Maziela Gaona, directora del grupo musical Las Paraguayas, escribió:

“Tuve el honor de participar de la obra ‘Mitã Pypore’, una profunda representación que nos llevó a las entrañas de nuestra historia en un lugar tan emblemático como lo es el campo de Acosta Ñu. En este terreno donde la piel se ha visto herida, sentimos el peso de la historia y la emoción que nos une con el pasado. La intensidad de cada escena y la resonancia de nuestras raíces hicieron de esta experiencia algo verdaderamente memorable. Gracias a todos quienes hicieron posible esta conexión tan poderosa con nuestro legado histórico y gracias por recordar a nuestro querido Enrique Escobar Ovelar”.

La docente Rosa María Melgarejo, presidenta de la Asociación Cultural Jukyty, destacó:

“¡Nadie dijo que iba a ser fácil tu ausencia, pero estamos para hacer viva tu memoria! ¡Un año sin tus retos y gran apego a creer que lo imposible se logra con solo tirarse, inspirado en tus fuerzas y un tino incomparable para impregnarnos en la piel y en la mente que los sueños se hacen realidad, sólo dando un paso adelante! ¡Tu memoria vivirá por siempre Enrique Alberto Escobar!”.