El Chaco Paraguayo enfrenta un escenario cada vez más común en tiempos de sequía; el incendio forestal. En un reciente incidente en la localidad de Fuerte Olimpo, departamento de Alto Paraguay, un fuego fuera de control puso en riesgo la biodiversidad y la seguridad de los habitantes.
La situación se tornó crítica cuando el incendio amenazó con adentrarse en la ciudad, activando la alarma entre los vecinos, quienes se vieron obligados a combatir las llamas para proteger sus hogares.
El fuego se inició cerca de los barrios San Miguel y Don Bosco, áreas ubicadas junto al aeropuerto y al muro de contención de la ciudad. Las primeras llamas fueron avivadas por el viento norte, que dirigió el fuego hacia las viviendas cercanas.
Moisés Recalde, intendente de Fuerte Olimpo, relató que estaba participando en un acto de graduación cuando recibió la noticia del incendio. «Lo primero que hice fue alertar en redes sociales, pidiendo ayuda para sumar voluntarios en la lucha contra el fuego. Afortunadamente, muchos respondieron, utilizando baldes, bidones y tambores de agua para combatir las llamas», señaló Recalde.
El incendio, originado cerca del muro de contención que rodea la ciudad, afectó la visibilidad en la zona. Incluso esto se vio en el aeropuerto, donde dos aviones quedaron atrapados momentáneamente en medio de la densa humareda. Los pobladores, afectados por el humo, utilizaron tapabocas mientras trabajaban incansablemente para extinguir las llamas.
Una respuesta comunitaria clave
La rápida respuesta de la comunidad fue crucial para enfrentar el desastre. En medio de una sequía que se ha prolongado por más de seis meses sin lluvias significativas, los vecinos se unieron para contener el fuego antes de que alcanzara la zona urbana.
Por momentos, la desesperación se apoderó muchos pobladores. Hubo vecinos que salían corriendo de sus casas a pedir auxilio. El fuego se levantaba con más fuerza con el viento norte parecía incontenible. No obstante, hay que reconocer por suerte la poca agua que quedaba en los tajamares cercanos actuó de barrera natural al impedir que las llamas se disperse hacia la población.
Gracias al esfuerzo conjunto, los pobladores lograron sofocar el incendio al atardecer, devolviendo la calma a Fuerte Olimpo. Aunque no se reportaron heridos, el fuego causó daños materiales que afectaron a agricultores, apicultores y pequeños ganaderos, quienes perdieron corrales y pastizales.
Propuestas para enfrentar futuros incendios
El reciente incendio en Fuerte Olimpo no es un caso aislado. Apenas 15 días antes, otro incendio forestal en la zona de Toro Pampa, en el mismo distrito, afectó a productores ganaderos y la biodiversidad. El ministro Arsenio Zárate, de la Secretaría de Acción Social, visitó Puerto Casado el 9 de agosto de 2024 y confirmó que 60,000 hectáreas fueron quemadas en ese evento.
Zárate reconoció que estos desastres son parte del cambio climático, que provoca eventos extremos como lluvias torrenciales, sequías severas e incendios forestales. Además, hizo un llamado a la ciudadanía para que evite realizar quemas controladas, una práctica común entre algunos productores de ganado, pero que puede salirse de control.
El concejal departamental y docente Leonardo Lezcano también destacó la necesidad de erradicar la costumbre de quemar basura en cualquier lugar. «Es una práctica peligrosa que ya no podemos permitir si queremos evitar este tipo de desastres», afirmó Lezcano, quien acompañó a sus alumnos en las labores de extinción del incendio.
Ante la recurrencia de incendios en Fuerte Olimpo, el intendente Recalde considera esencial contar con un cuerpo de bomberos forestales en la localidad, equipado con las herramientas necesarias para enfrentar estos desastres.
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