La ciudad de Atyrá, que apunta a convertirse por ley en “la capital ecológica del Paraguay”, celebró el sábado 24 de agosto la primera edición del Pombero Ára, una fiesta popular que el Municipio instituirá en forma anual, como parte de un proyecto de nuevos eventos de cultura y turismo.
La calle San Francisco, en el centro histórico de la ciudad, fue convertida en una colorida arteria peatonal, con locales de exposición y venta de artesanías, plantas y delicias gastronómicas, en torno a un escenario montado frente a la Casa de a Cutura, en donde, desde las 15, desfilaron numerosos artistas como el elenco de Sonidos de la Tierra, los Guaicuru de Emboscada, Piribebuy Jeroky, Kamba Kua, Bandita Juvenil de Tobatí, Afros Guaikurues, Elenco de Arroyos y Esteros, IMA Tobati, Elenco Artístico de Altos, Estudio de Danza Jessica Martínez, Escuela de Danza Fatima Luz, Profesora Nicol Cano, Profesora Alma Martínez y la bailarina Ludia Páez, entre otros, en una verdadera fiesta popular que se prolongó hasta casi la medianoche.
El grupo Jakaira, con sede en la ciudad de Itauguá, integrado por jóvenes actores y actrices de distintas localidades, desarrolló el espectáculo teatral principal, en base a un texto de Andrés Colmán Gutiérrez, iniciando con la sorpresiva aparición del Pombero, que irrumpía en medio de la gente causando sustos y emoción, buscando a sus amigos desaparecidos.
—Moóiko oime hikuai? ¿Dónde se fueron todos? ¡Me dejaron solo! Pejumina! ¡Ayuda…!—, gritaba el grotesco personaje, interrumpiendo al maestro de ceremonias en el escenario.
—Eeeh… parece que alguien está interrumpiendo… —reclamaba el locutor — No le hagan caso, por favor… sigamos con nuestro acto…
—Aninati, karai! Por favor, señor —imploraba el personaje —. ¡Yo ko soy el pombero, el karaí pyhare! ¡El duende oscuro de las noches paraguayas! ¡Antes ko la gente tenía miedo de mí! Me dejaban caña, cigarro, miel, para ganarse mi simpatía. Ahora se burlan, hacen chistes, se ríen de mí… ya nadie me tiene miedo. ¡Y lo peor… muchos ya me olvidan! ¡Mis amigos me abandonaron! Apyta che añoite!
—Bueno… parece que nuestro amigo está un poco perdido… ¿A quién lo que le buscás?— le preguntaba el locutor.
—Al Jasy Jatere, Ka’a Jarýi, Moñai, Malavisión, Kurupi, Kerana, umía kuera. Ha’ekuera la che socio —explicaba el Pombero—. ¿Nda pe hechái piko? Ayudenme na a encontrarles. Necesitamos recuperar y proteger nuestra memoria, nuestros mitos y culturas, nuestro folklore, ante tanta avalancha de cosas extranjeras, que nos hacen perder nuestra identidad.
El reencuentro de los mitos
Tras sucesivas apariciones y desapariciones del Pombero en medio de la fiesta, interrumpiendo una y otra vez los números artísticos, finalmente aparecieron sus demás amigos.
Este fue el diálogo que sostuvieron, como parte del show teatral:
Jasy Jatere: —Nde, Moñai. Mba’e iko la rejapova? Le estás asustando todo a la gente. Así luego no podemos reclamar si después se olvidan de nosotros.
Moñai: —Y esa ko es mi función entre ustedes, ser un monstruo aterrador, como el Luisón, como la Malavisión, como el Aho Aho! Pero yo vine aquí, porque me dijeron que el Pombero nos está buscando. Yo estaba durmiendo muy tranquilo desde hace muchos años en mi cueva, allí en el Cerro Kavaju, aquí en Atyrá, donde se encuentra el Moñai Kuare, pero me dijeron que hay una emergencia y en seguida vine…
Jasy Jateré: —¡Ah, cierto! Me olvidaba que vos sos luego atyreño, según el libro Ñande Ypykuéra, de Narciso R. Colmán, el gran Rosicrán. La verdad es que hay que encontrar bien cual lo que es tu cueva allí en el Cerro Kavaju y convertir en un lugar bien turístico, para ir a visitarte y que te sientas menos solo. Nda i gustoi ja pyta ñande añó!
Moñai: —Si, eso sería lindo. Pero ahora tenemos que encontrar a nuestro antiguo amigo, el Pombero, porque dicen que está medio desesperado, buscándonos. Se siente muy solo, ndaje. ¿Por qué no le pedimos a la gente que nos ayude a encontrarlo? Ajepa, los amigos…? Buscar al pombero es también buscar nuestros propios valores culturales, nuestro folklore a veces olvidado, nuestras claves de identidad, para que nuestros hijos conozcan las mismas historias que los mayores conocimos de nuestros padres y abuelos, en vez de tantas cosas de afuera que vemos o leemos en el teléfono celular. Ja’heka mina la pombero pe. Oimene ko’arupinte hina!
Jasy Jatere: —Ja hekáke lo mita!
Un largo tiempo después, se produjo una nueva interrupción con una nueva aparición del Pombero
Pombero: -¡Hola…! Che jeyma! Dicen que mis amigos Jasy Jatere y Moñai estuvieron por aquí. ¿Es cierto? ¿Ustedes los vieron? ¿Vos les viste? ¿Les vieron? ¡Qué buena noticia! Entonces, ya no somos invisibles. ¡Ya no nos olvidan! ¡Estamos vivos, otra vez! Somos nuevamente parte de la cultura, del folklore, de la conciencia colectiva de nuestro pueblo.
En ese momento también aparecieron el Jasy Jatere y el Moñai.
Jasy Jatere: Así es, amigo Karai pyhare. La gente ko no se olvida luego, hay nomás demasiada avalancha de cosas de afuera en las redes sociales y en los medios de comunicación, pero también es culpa nuestra por no rescatar lo nuestro con más fuerza.
Pombero: -¡Mi querido Jasy Jatere! ¡Mi querido Moñai! Qué gusto verles otra vez, después de mucho tiempo!
Los mitos se fundieron en un abrazo, celebrando con la multitud.
Moñai: -¡Necesitamos rescatar más los elementos de nuestra cultura paraguaya! Cuidar las historias y las leyendas de nuestros ancestros. ¡Ñaikoteve ja hayhuve la ñande ypykuera ohejavaekue ñandeve!
Jasy Jatere: Por suerte estamos en Atyrá, la capital ecológica del Paraguay, la ciudad más limpia del país, donde se valora y se protege nuestra cultura, nuestro medio ambiente. Es el valle de nuestro amigo Moñai y aquí nos sentimos como en nuestra propia casa.
Moñai: Ko’ape oi voi la Pombero Róga.
Pombero Róga: Cierto pea, pero para que podamos cumplir nuestro propósito, necesitamos encontrar a nuestros amigos que están perdidos. ¡Necesitamos rescatar a todos los personajes de la Mitología Guaraní!
Jasy Jateré: Pombero, che duki, aní re je py’apy! Emañami amó!
En ese momento, con un estruendo de tambores y polca paraguaya, ingresaron desfilando y danzando los demás personajes de la mitología guaraní, con un elenco de bailarinas, mezclándose entre el público, invitando a la gente a bailar.
Mientras, el locutor leía una especie de manifiesto:
“¡Señoras y señores!
¡Pueblo de Atyrá y de todo el Paraguay!
¡Este es un día histórico!
Desde hoy, damos inicio al Pombero Ára, una nueva fiesta popular que se celebrará cada año en la mágica ciudad de Atyrá, capital ecológica del Paraguay, la ciudad más limpia del país, para rescatar, valorar, proteger y celebrar a los personajes de nuestra valiosa mitología guaraní, con un sentido de cuidado del medio ambiente y de defensa de nuestros valores culturales.
¡Hoy nos comprometemos a seguir construyendo una ciudad que es ejemplo para nuestro país y el mundo!
Sigamos cuidando nuestro entorno para que sea siempre limpio y saludable.
Ja vy’ake lo mita. Ja jeroky, ñambo tuicha ñande tava Atyrá iporaiteva”