Rescatando la memoria de Hernandarias: El museo Takuru Puku se renueva con la ayuda de la comunidad académica

¿Cómo se resguarda la memoria de un pueblo? ¿Cómo se construye la historia? Los museos son esos espacios que guardan elementos de la memoria popular, que construyen la narrativa de la historia local y nacional. En Alto Paraná, hay quienes transitan un camino lento pero seguro, hacia una mayor valoración y acondicionamiento de estos espacios de memoria colectiva, para adecuarlos a las normativas nacionales e internacionales de protección de patrimonio histórico; este es el caso del museo Takuru Puku de Hernandarias.

Semanalmente, docentes y estudiantes de dos universidades de Alto Paraná, visitan el museo Takuru Puku de Hernandarias. Los mismos, bajo la coordinación del historiador Cristian Benítez, realizan un inventariado general de todos los ejemplares y objetos de la colección.

Estas actividades se llevan a cabo en el marco de un proyecto llamado: “Museografía y Catalogación del Museo Takuru Puku”. La iniciativa se implementa con recursos del Fondo Nacional de Cultura y las Artes (FONDEC). 

Los estudiantes que realizan este trabajo son de arquitectura de la Universidad Internacional Tres Fronteras (UNINTER) y la Escuela Superior de Bellas Artes de la Universidad Nacional del Este (ESBA-UNE).

“Participan en dos ejes, con la formación teórica y práctica. En todo lo que tenga que ver con el protocolo, el inventariado y en el conocimiento de las leyes de patrimonio. Además, en la importancia que tiene el museo, como ente difusor de la cultura y la historia, tanto de Hernandarias como de Alto Paraná y el país”, explica Cristian Benítez. 

¿En qué consiste este trabajo?

En el proyecto están involucrados directamente 32 estudiantes de arquitectura. Estas personas trabajan en el inventariado de los ejemplares que están en exposición. Además, estudiantes de Artes visuales de la ESBA trabajarán con los ejemplares que requieren de conservación, aquellos más sensibles, como papeles y materiales, que son transversales al área de restauración. 

Con este proyecto, luego de muchos años de funcionamiento, el Museo Takuru Puku se adecuará a las normativas que establece la Ley 5621 de Patrimonio. “Se beneficia mucho porque a partir de ahí se podrá saber exactamente lo que tiene. Porque a lo largo de los años, su gran custodio, el señor Lesly Villanueva venía juntando los ejemplares, que venían donando los excombatientes, entre otros pioneros, que tenían objetos de la región”, comenta Benítez. 

A partir del trabajo realizado, existirá un inventario real de la cantidad de objetos y una clasificación más precisa de lo que contiene su acervo. Con este paso fundamental, a futuro el museo podrá contar con una política de colección y de gestión.

¿Qué historias se cuentan en el Museo Takuru Puku? 

El Museo Takuru Puku cuenta historias de Hernandarias, pero también del Paraguay. Actualmente, está instalado en la sede de la Unión de Veteranos de la Guerra del Chaco.

“Aquí en su interior guarda también unos ejemplares que cuentan la historia de los pueblos nativos, principalmente los Mbya, los Ache, una narrativa importante de los Guayaquí. Hay una colección importante de objetos de los trabajadores de la yerba mate, que eran obreros de la Industrial Paraguaya, que tenía su sede en Takuru», relata Cristian Benítez.

Comenta que el museo cuenta además con un acervo balístico, que guarda la historia de las Madrinas de la Guerra del Chaco. Explica que eran las mujeres que se habían solidarizado con los soldados en sus frentes y que en agradecimiento, los soldados enviaban sus balas o municiones con los nombres tallados de estas mujeres. «Entonces, rescata también esa historia de las mujeres”, subraya Cristian.

La única libreta de un mensú, que registra los pagos que recibía de la Industrial Paraguaya / FOTO Sofía Masi.

El museo expone una serie de elementos que fueron parte de la cultura de los pueblos indígenas afectados por la construcción de la represa Itaipú o la expansión agrícola. 

La mayoría de los objetos que hoy conserva el museo, fueron colectados a lo largo de muchos años por Don Lesly Villanueva. El mismo es un poblador pionero de Hernandarias, quien dedica su vida al rescate de la memoria y las historias. Su trabajo ha sido desde siempre voluntario, mientras que el museo se sostiene con apoyo de la comunidad. 

De itinerante a permanente: un paso clave para preservar la memoria

El museo es comunitario y aún no cobra entradas. «Se está llevando a cabo este trabajo para que después, sus actuales custodios, puedan contar con una organización más seria que le permita a ellos sostener (el museo). Primero, tenemos que colocar al museo dentro de las normativas, que establecen las leyes patrimoniales del país”, enfatiza Benítez. 

El Museo Takuru Puku durante años fue itinerante, no tenía local fijo. Estuvo en un local cedido por Itaipú Binacional y en casas particulares. Actualmente, descendientes de veteranos de la Guerra del Chaco, en vista a su valor y a su misión como custodio de la memoria de pioneros y excombatientes, cedió un espacio en su sede en UPVChaco para que funcione el museo. 

El cuidado del museo está entonces con Lesly Villanueva y su hijo, Juan Villanueva. Mientras que Cristian Benítez, historiador y coordinador del proyecto museográfico, contribuye al fortalecimiento de este espacio cultural, dando continuidad al proceso que inició la antropóloga Alexandra Serrati. 

Juan Villanueva es uno de los cuidadores del museo/ FOTO Sofía Masi. 

Un museo pensado en la memoria y la investigación

El proyecto finaliza este año, con resultados como un inventariado general de las colecciones y ejemplares del museo, un catálogo de lo que guarda en su interior y disponibilidad de documentos digitalizados, para que el público pueda abrir líneas temáticas de investigación.

Parte de los fondos del proyecto, fueron destinados a la compra de luminarias nuevas para el museo y muebles acordes para salvaguardar los ejemplares, a fin de protegerlos de la humedad y la luz solar. 

En esta tarea de protección y revitalización del museo, Mery Silva se encargó del diseño de mobiliario y luminaria museográfica junto con Ale Serratti. Se sumó además, Melody Mereles con un trabajo enfocado a imagen gráfica.

Alicia Ramírez junto a sus compañeras, realizan la limpieza, fotografía e inventariado de los objetos del museo / FOTO Sofía Masi.

Alicia Ramírez, estudiante del cuarto año de Arquitectura, primera promoción de esta carrera en la UNE, participa activamente del cuidado del Museo como extensionista. Ella señala que la ESBA se incorpora con la materia Gestión del Patrimonio.

Alicia considera que este trabajo es de gran aporte para el conocimiento estudiantil.»Hay mucha información que la profe va mencionando en clases y nosotros acompañando los talleres, reforzamos esa información. Al acompañar hay términos, información e historia de base que debemos conocer antes de poder apropiarnos de esto”, puntualiza.

Y agrega que es muy gratificante saber que está siendo parte de algo que va a quedar en la historia. «Aportamos a nuestra comunidad y también al legado que está quedando”, concluye.

Rumbo a Perú representando a Paraguay 

La experiencia de trabajo en el Museo Takuru Puku de Hernandarias será compartida durante el 11° Encuentro Iberoamericano de Museos en Lima, Perú. Es la única experiencia paraguaya seleccionada en la categoría “Aprendizajes”, con una ponencia llamada “Aula Museo”, que estará a cargo del historiador Cristian Benítez. 

“Aprendizajes, afectos y memorias”, son los temas que les convoca a la 11ª edición del Encuentro Iberoamericano de Museos – Edición Bicentenario. Esta es una iniciativa del Programa Ibermuseos y del Ministerio de Cultura del Perú, a través de la Dirección General de Museos. El evento será del 25 al 27 de noviembre del 2024 en Perú, en el Museo Nacional del Perú (MUNA) de la ciudad de Lima. 

El historiador Cristian Benítez, junto a los estudiantes realiza el inventariado de los objetos del Museo Takuru Puku. FOTO Sofía Masi.

Esta nueva edición de los Encuentros Iberoamericanos de Museos promoverá el intercambio de conocimientos, de buenas prácticas y reflexiones sobre temas fundamentales relacionados con el trabajo diario y comprometido de los museos. El evento orientará la reflexión y la acción a partir de tres ejes: aprendizajes, afectos y memorias, que serán abordados en conferencias, presentaciones de pósters, mesas de diálogo, paneles de intercambio de experiencias y talleres.

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