La iniciativa surge como respuesta a la carencia de espacios de lectura y actividades culturales para la niñez de estas comunidades. “Los niños y niñas de estas zonas rurales se ven privadas del acceso a libros e historias que estimulen su imaginación y creatividad,” señaló Sandra “Kúku” Flecha, impulsora del proyecto.
Las jornadas contaron también con la participación de Zunilda Leguizamón, especialista en títeres, y Marco Flecha, narrador de cuentos y animador lector, quienes guiaron a los participantes en el uso de materiales reciclados para crear sus propios títeres.
Durante los tres días, los talleres se desarrollaron en las escuelas Heriberto Torres y San Rafael del asentamiento San Pedro Poty, reuniendo a estudiantes que, con entusiasmo, dieron vida a personajes únicos creados con sus propias manos. Frente a la creciente demanda, el evento culminó con un multitudinario encuentro en el polideportivo de Tacuatí, donde más de 700 niñas y niños participaron de un “fin de fiesta” lleno de historias y creatividad.
La supervisora pedagógica, Marta Sánchez, resaltó el compromiso de los docentes y la importancia de actividades culturales en estos contextos rurales. “Este tipo de propuestas no solo recrea y entretiene, sino que también fortalece el sentido de pertenencia y expresión en los niños y niñas,” comentó. “Es necesario que se sostenga en el tiempo, ya que es una de las pocas actividades de acceso cultural en la región.”
Iniciativas como la Gira Vy’a renda Paraguay, pionera en llevar cuentos y títeres a zonas rurales, han demostrado que el arte y la cultura no solo son bien recibidos sino necesarios para comunidades con limitadas alternativas de consumo cultural. En Tacuatí, el proyecto Del Cuento al Títere se plantea ahora como un ejemplo inspirador que podría replicarse en otras zonas con similares desafíos, creando espacios de encuentro y expresión para las infancias y sus comunidades.