El Viejo Rincón: Un sabroso almuerzo en un rústico ambiente colonial

El restaurante, que antes también fue un pintoresco hotel, funciona desde hace 40 años y tiene buena conservación del rústico ambiente colonial, que conecta con toda la rica tradición de historia de Piribebuy. La atención es muy buena, con el toque amable que involucra a los mismos propietarios. Los platos son tradicionales, pero hechos con buena calidad gastronómica.

En los recorridos que hacemos desde Ñe’ẽ Raity – Espacio creativo, en busca de locales gastronómicos interesantes para compartir con  nuestros lectores viajeros, esta vez hemos llegado hasta El Viejo Rincón, en la histórica ciudad de Piribebuy, Cordillera.

Lo primero que llama la atención, en la esquina de las calles Maestro Fermín López y Teniente Horacio Gini, a una cuadra de la Iglesia, es la bella estructura antigua de la casona de estilo colonial, que según datos fue construida en 1895 por inmigrantes de origen italiano, la familia Gini.

El restaurante, que antes también fue un pintoresco hotel alojamiento, funciona desde hace 40 años y tiene buena conservación del rústico ambiente colonial, que conecta con toda la rica tradición de historia que tiene la ciudad de Piribebuy, que fuera capital del país durante la Guerra de la Triple Alianza, cuyos pobladores ofrecieron una heroica y desigual resistencia contra el ejército invasor, siendo víctimas de terribles crímenes de guerra en la batalla del 12 de agosto de 1869.   

El viejo Rincón tiene mesas distribuidas en varios ambientes, en el salón principal, en los corredores que permiten apreciar la vida cotidiana de un apacible sector de la ciudad, en el patio y también un salón más moderno que se utiliza para recepciones.

La atención es muy buena, con el toque amable que involucra a los mismos propietarios. Los platos son tradicionales, pero hechos con buena calidad gastronómica. El local se hizo célebre por sus milanesas, que tienen fama de ser sabrosas, condición que ubica a El Viejo Rincón en el top veinte de mejores milanesas del Paraguay.

Entre las opciones, es posible elegir entre la milanesa de carne (40 mil guaraníes), de pescado (50 mil), de pollo (35 mil), napolitana (50 mil), además de una marinera (40 mil) o un lomito relleno (60 mil). Las porciones son generosas.

Entre sus platos tradicionales sobresalen el cerdo al horno con guarnición (35 mil), que fue uno de los platos que degustamos satisfactoriamente; el bife a caballo de lomito (50 mil) además de pastas, como el tallarín con carne o pollo (25 mil) o los mediatizados ñoquis caseros, que en este local cuestan solo 30 mil guaraníes el plato. Uno de los clásicos es el chupín de pescado (50 mil). La sopa paraguaya y el chipá guasu al tatakua constituyen un poema al paladar, a 10 mil la porción. Para cualquier detalle, el local comparte a menudo sus precios en sus redes sociales de Facebook e Instagram.

Si tienen ganas de conocer historia, visitando la Iglesia de Ñandejara Guasu, el Museo comandante Pedro Pablo Caballero, el lugar donde estuvo el Hospital de Sangre quemado por los invasores, así como bellos paseos junto al arroyo Piribebuy, será un merecido placer que terminen con un delicioso y relajante almuerzo o cena en El Viejo Rincón, respirando ese aire de historia y de heroísmo que tiene Piribebuy.

Ah, y el local es Pet Friendly, amigable con las mascotas. Recibieron con mucho cariño a nuestros gatos Batman y Robin, permitiendo que también compartan nuestras raciones.

Una estadía muy agradable, en el pintoresco corredor con aire colonial. / GENTILEZA.