La Iglesia paraguaya deja atrás el conservadurismo más duro
Desde sus orígenes, la Iglesia Católica paraguaya vive una fuerte puja entre sectores conservadores, centristas y progresistas. Experiencias como las Reducciones Jesuíticas y las Ligas Agrarias, combatidas y reprimidas, fueron señales de una Iglesia comprometida con los pobres y marginados. Obispos como Rolón, Medina y Maricevich fueron baluartes de resistencia ante la dictadura. La politización de Fernando Lugo generó un impacto negativo para el progresismo y favoreció el ascenso del conservadurismo más duro. La llegada del Papa Francisco con sus ideas renovadoras ayudó a equilibrar fuerzas. El nombramiento de Adalberto Martínez como nuevo arzobispo de Asunción y primer cardenal en la historia del Paraguay, abre una nueva etapa para una Iglesia más abierta a los signos de los tiempos. Que el cardenal Martínez decida realizar su primera misa en una humilde parroquia del Bañado Sur es un mensaje claro de que el liderazgo eclesial retoma la cercanía con los más pobres y excluidos.