En el corazón del Chaco paraguayo, a 250 kilómetros de Fuerte Olimpo, se encuentra Fortín Florida. Esta es una pequeña comunidad con una gran historia.
Asentada desde la época de la Guerra del Chaco (1932-1935), sus habitantes, en su mayoría trabajadores de estancias, han enfrentado durante décadas un desafío crucial: garantizar el acceso a la educación de sus niñas, niños y adolescentes sin que tengan que abandonar sus hogares.
Una escuela nacida de la comunidad
La iniciativa de una escuela propia tomó forma gracias al esfuerzo del docente Marcelo Ferreira, oriundo de Coronel Oviedo. El mismo, al conocer la situación, se movilizó para gestionar la apertura de una extensión de aula dependiente de una institución educativa de San Carlos, ubicada a 100 kilómetros de Fortín Florida.
Con el apoyo del supervisor educativo de la zona y del intendente local, la comunidad logró dar inicio a un espacio de aprendizaje. Este actualmente recibe a niñas y niños desde preescolar hasta el noveno grado.
Las clases se imparten en una capilla de la comunidad, adaptada para funcionar como aula. Los bancos y mesas han sido fabricados con madera reciclada y los útiles escolares provienen de donaciones.
A pesar de las limitaciones, la enseñanza sigue en marcha, impulsada por la determinación de las familias y el compromiso del profesor Ferreira.
El docente recorre diariamente 32 kilómetros en moto para llegar hasta la escuela. De esta manera, enfrenta caminos agrestes y hasta el avistamiento de yaguaretés en su trayecto. Todo esto, a pesar de no tener rubro docente del MEC.
Desafíos y oportunidades de mejora en Fortín Florida
Si bien el esfuerzo de la comunidad ha permitido que 20 estudiantes puedan acceder a educación en su propio territorio, aún persisten múltiples necesidades.
La escuela requiere infraestructura adecuada, mobiliario y materiales didácticos. Sobre todo, necesita la asignación de un rubro docente por parte del Ministerio de Educación y Ciencias (MEC) para garantizar la continuidad de la enseñanza.
La implementación del programa gubernamental Hambre Cero contribuir a la solución para mejorar las condiciones de aprendizaje, asegurando que los estudiantes cuenten con una alimentación escolar.
Además, la formalización de la escuela permitiría a niñas y niños de Fortín Florida recibir la educación que les corresponde por derecho, sin necesidad de separarse de sus familias.
Una solución que impacta en la comunidad
El esfuerzo por mantener la escuela en Fortín Florida no sólo evita el desarraigo de las niñas, niños y adolescentes, sino que también fortalece a la comunidad en su conjunto.
La posibilidad de acceder a la educación dentro del territorio genera mayor arraigo y oportunidades de desarrollo local. Además, la continuidad de este proyecto podría servir como modelo para otras comunidades aisladas que enfrentan dificultades similares.
Ahora, el desafío es consolidar y fortalecer esta iniciativa con el respaldo de las autoridades educativas y el compromiso del Estado para que Fortín Florida deje de ser una escuela improvisada y se convierta en un ejemplo de educación inclusiva en el Chaco paraguayo.
Para avanzar, las niñas y niños necesitan de mobiliario y materiales / Gentileza.
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