El Palo Santo crece libremente en los bosques que rodean a la aldea, en la comunidad El Estribo (Chaco Central paraguayo), pero esa abundancia es la que despierta la codicia de muchos traficantes de madera, ya que es una especie que obtiene buen precio en diversos mercados. La organización Ecología Verde incluye al Palo Santo en el noveno lugar entre las 80 especies vegetales que se encuentran en peligro de extinción en el Paraguay. Un informe de la Fiscalía del Medio Ambiente destaca que, a pesar de ser una especie protegida, se halla bajo constante amenaza, por una situación de deforestación sin control. El departamento de Boquerón es la región más afectada. En los accesos a importantes ciudades como Filadelfia y Loma Planta, los fiscales y policías han podido detener varios camiones repletos de madera de Palo Santo, pero jueces locales han vuelto a liberar los cargamentos, en base a chicanas judiciales. En el sitio Clasipar, en internet, es fácil encontrar ofertas de cargamentos de Palo Santo. Una carga de 30.000 kilos de madera de la preciada especie es ofertada por 56 millones de guaraníes. El Palo Santo Sudamericano, llamado bulnesia sarmientoi o también Paraguay lignum vitae, crece principalmente en el Gran Chaco Americano y a menudo es confundido con otra especie parecida, también conocida como Palo Santo, pero cuyo nombre científico es Bursera graveolens, y que crece principalmente en México, Perú, Costa Rica, Guatemala, Honduras y Ecuador. La madera del árbol sagrado de los Enxet Sur es muy apreciada por su resistencia para la fabricación de postes y horcones, como para la elaboración de finos muebles. Es también la preferida de los artesanos talladores que hacen mates, jarras, guampas, morteros, obras de arte con formas de animales, cruces y objetos sacros, imágenes de santos, pero principalmente para ofrecer como incienso por su rico aroma. El humo que produce el Palo Santo al ser quemado ahuyenta a los mosquitos y a otros insectos, por eso se usa mucho en la fabricación de espirales.
Producción y voz: Desirée Esquivel Almada
Guión y reportajes: Andrés Colmán Gutiérrez
Edición: TKP AUDIOVISUAL
Este podcast fue realizado gracias al apoyo de la Fundación Avina y Voces para la Acción Climática Justa (VAC).
