El Paraguay, “una realidad que delira”

El pasado 15 de julio fui invitado a compartir mi visión de la realidad del país en el encuentro anual de la Conferencia de Religiosos del Paraguay (Conferpar). Lo hice en compañía de la reconocida dirigente política y activista social Sole Núñez. Expuse un esquema en PowerPoint sobre el momento que estamos viviendo. Posteriormente recibí numerosos mensajes de personas que me pidieron que haga público el contenido. Cumpliendo el pedido, les copio aquí lo sustancial del esquema. No es un artículo, sino una transcripción de las diapositivas, sin los gráficos. Pasean y lean.

Resulta difícil explicar y resumir la realidad del Paraguay.

Más que desde un análisis académico, a veces resulta más certero definirlo desde la poesía o desde la literatura.

El periodista anarquista español Rafael Barrett, a principios del Siglo XX, escribió que en el Paraguay encontró “una realidad que delira y nos arroja al rostro ráfagas de su enorme historia”.

Su discípulo Augusto Roa Bastos recogió varias veces esta misma expresión de Barrett y definió al Paraguay como “una isla rodeada de tierra”.

El escritor describe “…este país misterioso y simple, elemental como el fuego y como el agua, por momentos melodioso o crepitante, poseído casi todo el tiempo por estallidos de furia o por las depresiones del desconsuelo. Un país condenado al suplicio de la esperanza, con su gente que vive como en castigo en uno de los más hermosos y apacibles lugares de la tierra; de esos que se llevan su lugar a otro lugar y se esconden en un recodo de la historia”.              

Roa Bastos también afirmó en una entrevista que “el Paraguay es como un gran espejo muy luminoso que se ha roto en muchos fragmentos. Un fragmento por sí solo no tendría valor. Yo he tratado en mis libros de reunir estos fragmentos del gran espejo roto, para que pueda volver a dibujarse la imagen profunda de una colectividad”.

En otra frase célebre, nuestro Premio Cervantes lamentó que “el infortunio se enamoró del Paraguay”.

Talvez estas metáforas literarias nos ayuden a acercarnos mejor a esta gran incógnita que a veces es nuestro mediterráneo país.

Durante la reunión anual, los miembros de la CONFERPAR realizaron una marcha profética por las calles de Asunción, presentando reclamos ante la sede del Congreso Nacional. / Gentileza.

Un caso único

El Paraguay es un caso único en América Latina (y en gran parte del mundo) de un país que mantiene a un mismo partido político durante más de 70 años en el poder (desde enero de 1947, con la leve interrupción del periodo Lugo-Franco, 2008/2013).

Irónicamente, se trata de el mismo partido que sostuvo a la más larga dictadura por casi 35 años, que participó desde un sector disidente en la caída de la tiranía y que lideró la transición a la democracia, manteniendo —con muy pocos cambios— el mismo esquema de control político sobre la población, ganando casi todas las sucesivas elecciones y acaparando el poder desde entonces.

Las razones de esta situación son variadas y complejas, pero se explican en:

# El mantenimiento de una cultura autoritaria a lo largo de nuestra historia.
# la exclusión y la pobreza
# la élite política cooptada por el crimen  organizado y la corrupción
# la muy baja calidad educativa
# el copamiento de los poderes del Estado por un solo sector político y económico de signo totalitario.
# la represión y la impunidad.
# el cultivo de una mentalidad conservadora en la mayoría de la población y la persecución a quienes piensan diferente o alientan ideas progresistas.
# Etc.

No conocíamos a la democracia

Tras la Guerra de la Triple Alianza, surgieron los dos principales partidos: colorado y liberal (muy similares, con diferentes colores), que se intercambiaron el control de los sucesivos gobiernos, en gran medida con golpes de estado y guerras civiles, en complicidad con caudillos y líderes militares autoritarios.

A diferencia de otros países de la región, en más de dos siglos desde la Independencia (1811), hasta la caída de la dictadura stronista, el pueblo paraguayo casi no ha conocido experiencias de verdadera democracia. (Es difícil pedirle que tenga valores de una cultura que no conoció).

Son muy pocas las personalidades políticas que pueden ser rescatadas a través de nuestra historia como estadistas ejemplares. Uno de los pocos casos es el de Eligio Ayala, presidente liberal (1923 / 1928).

Un hecho anecdótico importante es que, en las primeras elecciones municipales democráticas en toda nuestra historia, en 1991, en Asunción no ganó el Partido Colorado, ni el Partido Liberal, sino el candidato de un movimiento ciudadano independiente, el médico y sindicalista Carlos Filizzola. Marcó una ruptura de la dinámica bipartidista en la historia política, pero la deficiente gestión defraudó a la ciudadanía.

Se intentó replicar el fenómeno a nivel nacional en las elecciones generales de 1993, con la creación del Partido Encuentro Nacional, y la candidatura del empresario Guillermo Caballero Vargas, pero la imposibilidad de una alianza con el Partido Liberal favoreció la victoria del candidato colorado, Juan Carlos Wasmosy.

Ese fue el inicio de las oportunidades perdidas para lograr las alternancias y los cambios democráticos, ante sucesivos errores de los sectores de oposición para intentar vencer electoralmente al Partido Colorado, favoreciendo la consolidación de un esquema de clientelismo, prebendarismo y populismo, que le posibilitó al coloradismo mantenerse en el poder.

Las movilizaciones ciudadanas contra el intento de reelección de Horacio Cartes acabaron en una oleada represiva y en la quema del edificio del Congreso. / Gentileza.

El heroísmo ciudadano

En la transición hubo importantes momentos de heroísmo ciudadano en defensa de la democracia, como:

# la rebelión estudiantil de abril de 1996 ante el intento de golpe de Lino Oviedo.

# la gesta ciudadana del Marzo Paraguayo en 1999, tras el asesinato del vicepresidente Luis María Argaña.

# la movilización estudiantil #UNAnotecalles en 2015.

# la movilización ciudadana contra el intento de reelección de Horacio Cartes en marzo de 2017.

Lamentablemente, no tuvieron continuidad ni fueron aprovechados políticamente para la construcción de un proyecto democrático.

Un momento significativo fue la candidatura a presidente del entonces obispo Fernando Lugo y del dirigente liberal Federico Franco como vice. Fue la única posibilidad histórica en que se pudo derrocar electoralmente al Partido Colorado.

Lugo no se pudo sostener en el poder y fue víctima de traición por parte de los liberales, con un complot orquestado por el Partido Colorado y la élite político-económica, que lo echó del gobierno aprovechando la masacre de Curuguaty en 2012. Franco ocupó la presidencia, hizo una cuestionada gestión y profundizó la crisis interna del Partido Liberal, permitiendo el retorno del coloradismo.

Una nueva era política, con el retorno de la ANR

En 2013 empezó una nueva era política (más autocrática) con la utilización de las banderas y las estructuras de la ANR Partido Colorado, propiciando la emergencia de Horacio Cartes.

Sin historia política previa, con un pasado empresarial turbio, se hizo cargo de un partido político golpeado y casi en bancarrota, llevándolo de nuevo a la victoria electoral, con una gran inversión monetaria.

Manejó el país como la mayor de sus empresas. “Usen y abusen del Paraguay” les dijo a los inversionistas extranjeros.

En 2017, Cartes intentó modificar ilegalmente la Constitución para buscar su reelección presidencial, pero halló resistencia en la disidencia colorada (liderada por Marito Abdo, heredero del stronismo), el partido liberal y un sector de la ciudadanía, que salió a protestar y fue salvajemente reprimida. El incidente derivó en la quema del edificio del Congreso y la derrota política coyuntural del cartismo.

Esta situación se reflejó en las urnas y el disidente Marito Abdo se convirtió en el candidato colorado que llegó a la presidencia en 2018.

Marito intentó acabar políticamente con el cartismo, pero no lo consiguió. A pesar de la ayuda del gobierno de EEUU, del demócrata Joe Biden, que castigó política y económicamente a Cartes, declarándolo “significativamente corrupto”, el cartismo desarrolló una hábil y millonaria campaña electoral para volver al poder en 2023, logrando una aplastante victoria electoral de su delfín Santiago Peña, ganando además mayoría en las dos cámaras del Congreso.

Nuestra participación en el acto inaugural de la reunión anual de la CONFERPAR, con una lectura de la realidad nacional. / Gentileza.

La mayoría autoritaria

La conformación del actual gobierno de Santi Peña y su padrino Cartes, no solo fortaleció al cartismo colorado, sino que le dio un fuerte golpe a la disidencia de la ANR (Marito) y a toda la oposición, dejando al Partido Liberal en minoría en el Congreso y en gobernaciones, erradicando a la izquierda del Frente Guasu (que era tercera fuerza política), comprando o alquilando a legisladores liberales y del fugazmente emergente movimiento Cruzada Nacional (Payo Cubas).

De este modo, hoy el cartismo puede aprobar leyes e imponer autoritariamente medidas en el Congreso, sin debates ni oposición, aplicando el sistema de “voto por aplanadora” desde sus mayorías.

El control total del Poder Ejecutivo, casi total del Legislativo y la toma paulatina del Poder Judicial es una grave amenaza para la democracia, ya que obedece a un proyecto autoritario, ligado a la corrupción y al crimen organizado.

Desde su vuelta al poder (desde la presidencia de la ANR y su influencia directa en el presidente Santiago Peña), Cartes y su entorno se han mostrado especialmente vengativos contra los adversarios políticos que osaron enfrentarlo: (persecución judicial a ministros del ex gobierno abdista, expulsión arbitraria de la ANR del dirigente colorado disidente Gerardo Soria, expulsión arbitraria del Congreso de la senadora opositora Katya González, imposición de ley garrote de persecución a las ONGs que son críticas al Gobierno, etc. etc).

Ya durante la campaña electoral, el cartismo desató una guerra sucia contra las ONGs críticas, pero no contra las ONGs afines al oficialismo. Apuntó además contra la Unión Europea, amenazando cancelar el financiamiento de programas educativos con orientación progresista, aunque luego tuvo que dar marcha atrás.

Aparente tensión en el Gobierno

Podría detectarse una aparente tensión en áreas del Gobierno, entre sectores duros del cartismo colorado y el entorno más técnico del presidente Santiago Peña. Esta situación habría sido la que provocó la salida en agosto de 2024 de la economista Lea Giménez, hasta entonces jefa de gabinete de la presidencia, mano derecha de Peña.

Se percibe la tensión en proyectos de leyes que intentaron suprimir ministerios sociales (de la Mujer, de la Juventud, de la Niñez y la Adolescencia), para crear un Ministerio de la Familia, en la línea de desguace de espacios progresistas, negando derechos conquistados, tal como lo viene haciendo el presidente argentino Javier Milei, pero Peña se opuso.

Las derrotas de la oposición

El retorno fortalecido del cartismo colorado no solamente se debe a su habilidad política populista, clientelista y prebendaria, sino también a la ceguera y torpeza de un amplio sector de la oposición, que no ha sido capaz de construir proyectos electorales que generen empatía y confianza en la ciudadanía, insistiendo con candidatos gastados y resistidos, y sobre todo sin proyectos que respondan a las expectativas más inmediata y cotidianas.

Las divisiones, la soberbia, las luchas intestinas, la falta de formación de nuevos liderazgos en el espacio opositor, han cobrado un alto precio para la democracia y hasta ahora no hemos sentido que exista suficiente autocrítica al respecto, al menos públicamente.

Un momento crítico

En lo político, el Paraguay se encuentra en un momento crítico, un retorno a formas de autoritarismo, con un sector hegemónico que controla casi todo el sistema de poderes y no encuentra suficientes contrapesos democráticos. La narco-política sigue muy vigente, a pesar de los supuestos esfuerzos por combatirla.

Algunos medios de comunicación importantes son los que más mantienen posturas críticas ante la corrupción y los abusos del poder (especialmente los del Grupo Zuccolillo y el Grupo Vierci).

Las voces y las acciones de obispos, sacerdotes y religiosos de la Iglesia Católica en la defensa de derechos humanos son muy valiosas, pero tenemos la sensación de que no son lo suficientemente firmes en su conjunto y en algunos casos parecen muy complacientes.

Uno de los fenómenos políticos interesantes en estos años ha sido la caída de algunos clanes regionales que manejaron durante muchos años sus territorios como un poder feudal, ligados a esquemas de caudillismo y corrupción, tras denuncias periodísticas y movilizaciones ciudadanas.

Entre ellos: el Clan Zacarías Irún en el Alto Paraná, el clan González Daher en Central, el clan de los barones de Yacyretá en Itapúa o el más reciente clan de Lalo Gómez en Amambay.

La persecución política

En el caso de Ciudad del Este, una creciente movilización ciudadana logró echar del cargo a la intendenta Sandra MacLeod de Zacarías, poniendo a fin a casi 18 años de poder autocrático y corrupto del clan en el municipio.

Entre los líderes de la protesta ciudadana apareció un joven político, Miguel Prieto, quien fue electo como el nuevo intendente esteño, convirtiéndose en una de las figuras emergentes con gran apoyo popular. Actualmente, el cartismo colorado, utilizando su esquema de control legislativo y judicial, intervino la Municipalidad de Ciudad del Este y sacó a Prieto del cargo, en un intento por frenar su ascendente carrera hacia una candidatura presidencial. Todavía está por verse si la estrategia le funcionará o acaso será un bumerán.

El mismo esquema de persecución política, con procesos judiciales armados sobre casos de presunta corrupción, es utilizado contra otros referentes políticos emergentes de la oposición, que pueden llegar poner en riesgo al sistema de poder hegemónico cartista colorado en las próximas elecciones.

# A la senadora Katya González, del Encuentro Nacional, la expulsaron arbitrariamente del Congreso, usando el esquema de “votos tipo aplanadora”, con acusaciones sin muchos fundamentos.

# Al gobernador de Central, Ricardo Estigarribia, del Partido Liberal le niegan participación en el programa “Hambre cero” y le quitan fondos de asistencia social.

# Al intendente municipal de Encarnación, Luis Yd, del Partido Patria Querida, lo han imputado desde la fiscalía, por la muerte accidental de una persona en un edificio en construcción.

La deriva autoritaria del cartismo colorado es una grave amenaza contra la democracia. / Gentileza

La narco-política al desnudo

La caída del diputado Eulalio Lalo Gómez fue mucho más sorpresiva y traumática, ya que a pesar de ser uno de los hombres fuertes del cartismo colorado, fue acribillado y muerto durante un allanamiento en su domicilio.

La filtración de numerosos mensajes de texto o chats del teléfono celular de Lalo, decomisado por la Justicia, puso en evidencia el terrible esquema de corrupción en el Gobierno, el Poder Legislativo y el sistema de Justicia, mostrando el alto nivel de vigencia de la narco-política.

Política internacional hacia la ultraderecha

En política internacional, el actual gobierno apoya a la nueva derecha del controvertido presidente norteamericano Donald Trump y su peligroso autoritarismo extremo, respaldando además al régimen de Israel y a su cuestionada guerra de exterminio contra el pueblo palestino en la Franja de Gaza y las otras guerras en Medio Oriente, conflictos que ya han causado miles de muertes.

Tampoco causa sorpresa la continuidad del alineamiento con Taiwán y la negación a toda relación comercial con China continental, evitando los beneficios económicos que puede suponer.

Llamativamente, el Gobierno de Peña sigue retardando la negociación con el Brasil por obtener mejores beneficios sobre la energía de Itaipú.

Las poblaciones indígenas y campesinas no participan del proclamado «milagro económico paraguayo». / Gentileza.

El éxito económico que no llega a los más pobres

En el ámbito de la economía, el Paraguay tiene buenos logros macroeconómicos en el contexto de la región, pero se cuestiona que los beneficios no llegan a los sectores más vulnerables de la población.

El modelo se sostiene en el agronegocio, especialmente el cultivo de la soja y la ganadería para exportación. Hay poco apoyo a la agricultura familiar campesina. El esquema tiene efectos nocivos en lo ambiental, con la gran deforestación que acelera los efectos del cambio climático y arrebata tierras a comunidades indígenas y campesinas.

En lo social, persisten muchos reclamos de comunidades indígenas y campesinas sin respuestas del Estado a sus demandas.

En el Chaco paraguayo hay poblaciones enteras, principalmente indígenas, que carecen de agua potable y deben beber agua sucia de charcos y tajamares en pleno Siglo XXI. 

Hay poblaciones chaqueñas sin camino de todo tiempo que en épocas de lluvias quedan aisladas por largos meses.

Persisten hospitales y centros de salud sin medicamentos, sin equipos médicos, sin profesionales suficientes para la atención.

El ambiente en estado crítico

La contaminación ambiental es una amenaza en ciernes.

Un caso sintomático es lo que ocurre en Paso Yobai, Guairá, donde pobladores y yerbateros denuncian el uso criminal de mercurio y cianuro por parte de empresas mineras que extraen oro, causando daños a la salud. La Justicia, en lugar de amparar a los denunciantes, criminaliza la lucha social, persigue y encarcela a los líderes (como ocurre con el dirigente yerbatero Vidal Brítez, actualmente procesado con prisión domiciliaria).

Un detalle significativo es que el obispo de Villarrica, monseñor Miguel Angel Cabello, se involucró en el conflicto, llevando su solidaridad a los perseguidos y buscando solución, al igual que varios religiosos y religiosas.

Un nuevo caso de conflictos y de lucha social constituye la instalación de las Criptogranjas, que se dedican a minar los bitcoin o monedas virtuales (muchas en forma ilegal), consumiendo gran cantidad de energía eléctrica y de agua, produciendo además ruidos molestos para el vecindario.

En Villarrica, todo un vecindario se alzó en rebelión y acudió a los tribunales. Hay otros casos conflictivos en Valenzuela y en el Alto Paraná.

La deforestación no se detiene, a pesar de los discursos oficiales. / Gentileza.

La resistencia cultural

En lo cultural se siente la falta de mejores políticas de apoyo a los artistas y creadores.

La elite política es, en su mayoría, mediocre y poco ilustrada. El presidente de la República no asiste a las ferias de libros. El gobierno central y la mayoría de los gobiernos locales no consideran que invertir en promover cultura sea una prioridad. El concepto es mercantilista y se reduce a la puesta en escena de shows mediáticos y a la propaganda oficial.

A pesar de todo, se crea arte, se escribe y se publican libros, se filman películas, se danza, se compone música, se hace teatro, se reafirman valores de identidad, principalmente desde el esfuerzo particular y colectivo, de grupos y comunidades. (La Guarania ya es Patrimonio Cultural de la Humanidad, al igual que el Poncho Para’i de 60 listas).

Los grandes medios de comunicación social empresarial mantienen un sentido crítico ante la realidad, pero a la vez una visión pesimista y sensacionalista.

Los noticieros de televisión abren su programación con imágenes de crímenes, asaltos, enfrentamientos, accidentes y hechos violentos, generando una sensación de apocalipsis en la población.

Es verdad que hay muchas cosas que están mal, pero… ¿es todo tan así?

Otro país es posible

¿Quién dijo que todo está perdido? Yo vengo a ofrecer mi corazón, canta el músico Fito Páez.

El escritor Julio Cortázar, afirmó: “Nada está perdido si se tiene el valor de proclamar que todo está perdido y hay que empezar de nuevo”.

Hay cambios importantes en varios ámbitos, como en el de la comunicación social y el periodismo.

La era digital permite democratizar la comunicación, abriendo un ecosistema de nuevos medios digitales, más independientes. Entre ellos se destaca El Surti, con su estilo de relato visual irreverente y muy creativo. En 2018, sus creadores ganaron el Premio Gabo a la innovación, con la serie “Los desterrados del Chaco”, sobre la deforestación.

Por nuestra parte, desde hace tres años venimos editando desde la ciudad de Atyrá este medio digital El Otro País, especializado en el periodismo de soluciones.

Sin ignorar los problemas, preferimos ir más allá de las simples denuncias y contar las historias de quienes están tratando de arreglar esos problemas.

Desde aquí, percibimos que otro país se construye en forma cotidiana, a pesar del autoritarismo y la narco-política, de las soledades y los olvidos.

# Otro país, en donde Atyrá es una ciudad con un ejemplar sistema de recolección de residuos y educación ambiental, la más limpia y saludable.

# Otro país donde el escritor Aníbal Barreto ha inspirado un legado de 187 bibliotecas callejeras sembradas en pueblos y ciudades, que no paran de crecer.

# Otro país donde la ciudad de Valenzuela habilitó siete bibliotecas callejeras en plazas y calles, estimulando talleres de lectura y escritura creativa en escuelas colegios.

# Otro país donde el legado del gran artista Koki Ruiz sigue encendiendo los fuegos mágicos de Tañarandy con el arte, la religiosidad popular, la tradición y la participación comunitaria.

# Otro país donde grupos de jóvenes -como los de la Asociación Cultural Jukyty de Eusebio Ayala o el grupo teatral Jakaira de Itauguá-, se organizan para el rescate de la memoria histórica, las expresiones artísticas, el saber gastronómico o los conocimientos ancestrales, como señas de identidad.

#Otro país donde las muchas experiencias de cultura viva comunitaria se mantienen y se reinventan, construyendo un futuro más digno.

Desde el otro país, que es quizás la Patria Soñada que cantan Carlos Miguel Giménez y Agustín Barboza, necesitamos seguir trabajando por defender los espacios democráticos y los derechos conquistados.

En este proceso, la voz profética y el acompañamiento de la Iglesia Católica paraguaya son importantes y muy necesarias, como lo fueron en varios momentos de nuestra historia.

La experiencia comunitaria de Atyrá, considerada capital ecológica del Paraguay, es parte del otro país. / Archivo EOP.

Romper relaciones con el infortunio

El Paraguay es una isla rodeada de tierra que necesita quebrar el aislamiento e integrarse a un mundo que lucha por un futuro más digno.

El Paraguay es un luminoso espejo roto que necesita rearmar sus pedazos para reflejar su mejor imagen.

Es una patria que necesita decirle que NO a su viejo enamorado El Infortunio, dejarlo definitivamente atrás y decirle que sí a una nueva relación que no sea tóxica, sino que sea saludable, con respeto mutuo, comunicación abierta, confianza y apoyo emocional.

El escritor Augusto Roa Bastos. / Gentileza.